A las puertas de la sede municipal, los representantes sindicales instaron al primer edil a que acometa el pago de, al menos, el 80 por ciento de los salarios, si bien estuvieron de acuerdo en que este pago fuera proporcional al salario de cada empleado.
De este modo, los funcionarios no cobrarían necesariamente el 80 por ciento de su sueldo, sino que, como comentó el secretario comarcal de FSP-UGT, Manuel Andrades, se entregue “una cantidad fija” que favorecería a los trabajadores que dispongan del salario más bajo.
Es decir, que un trabajador municipal cuyo salario fuese de 1.000 euros y otro cuyo sueldo ascendiese a los 1.500 cobrarían idéntica cantidad, asumiendo, por tanto, que los que tienen pagas más modestas necesitan una proporción mayor de su sueldo para afrontar sus pagos pendientes.
El Ayuntamiento está pendiente de lograr el 20 por ciento del dinero necesario para pagar las nóminas a través de las negociaciones que está realizando con una entidad financiera.
Este mes de septiembre está siendo uno de los más duros para los trabajadores desde que se están produciendo retrasos en las nóminas, ya que la demora es aún mayor de lo acostumbrado.