Según pudo saber este diario, el empleado era un colaborador “esencial” para la trama delictiva, pues se encargaba supuestamente de dar el chivatazo a los narcotraficantes sobre cuáles eran los contenedores que iban a ser inspeccionados por el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).
La detención se produjo merced a la colaboración entre el Greco de Jerez y el Servicio de Vigilancia Aduanera tanto de las localidades de Murcia como de Algeciras y fruto de las investigaciones llevadas a cabo desde que se detectó la actividad ilícita el pasado mes de noviembre. El SVA local participó tanto en las labores de localización, como de reconocimiento y aprehensión de la droga.
El resto de los arrestos se produjeron tanto en Sanlúcar como en Barcelona.