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Miércoles 27/11/2024
 

Jerez

Liderazgo, ‘auctoritas’ y un cosqui

Algunos de los pocos delegados del gobierno municipal –son cinco- se quejan, y con razón, de la falta de autoridad y liderazgo generalizada que se une al descrédito generalizado que representan hoy en día los políticos para la inmensa mayoría de la opinión pública

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Sin autoridad (respeto al superior) y liderazgo (al líder se le sigue o no se le sigue, que diría el Cholo) es imposible gobernar. No puede hacerlo un alcalde pero tampoco el capataz de una cuadrilla de operarios. O puede hacerlo, pero es probable que no alcance o alcance con infinita dificultad sus objetivos frente a sus subordinados. Dicen que en el Ayuntamiento de Jerez no hay a día de hoy lo que los romanos llamaban auctoritas. Esto no era más que la voluntad del tutor, del jefe, de aprovecharse de las competencias de sus pupilos para completar las suyas propias. Rodearse de los mejores. Escuchar a quienes más saben, pero también hacerse respetar y hacer cumplir las órdenes que se den con conocimiento previo y determinación. Normalmente, para que se obedezcan esas órdenes con eficacia y diligencia es muy importante eso que se denomina liderazgo. ¿Se tiene a día de hoy en el Ayuntamiento? ¿Se están tomando decisiones objetivas que están mejorando el funcionamiento interno de la maquinaria municipal? ¿Hay un proyecto de ciudad definido? ¿Se ve con nitidez por dónde deben ir los tiros para sacar a Jerez del hoyo? Parece que no. Al menos no de puertas para afuera.
Algunos de los pocos delegados del gobierno municipal –son cinco- se quejan, y con razón, de la falta de autoridad y liderazgo generalizada que se une al descrédito generalizado que representan hoy en día los políticos para la inmensa mayoría de la opinión pública. “Me llaman de repente corrupto o me ponen como los trapos, y eso es injusto, yo estoy aquí para resolver problemas, para trabajar por mi ciudad”, se lamentaba sin resignación un edil del PSOE tomando un café en un restaurante del centro de Jerez. “Me han llegado a decir: delegadoooo, te voy a dar un cosqui por tal cosa... ¿Tú te crees que eso se puede aguantar, qué es aceptable?” La debilidad cuantitativa del gobierno municipal no debería ser proporcional a su fragilidad cualitativa.
Consta que la mayoría, por no decir todos, de los responsables del ejecutivo del PSOE se están dejando la piel por arreglar el desaguisado municipal, con especial énfasis en el desastre legado por los 15 concejales del PP en la pasada legislatura. Hay voluntad y esfuerzo al menos en el grueso de los tenientes de alcaldesa. Otra cosa es si están sabiendo elevar a la máxima expresión la combinación autoridad-liderazgo, fundamental para el cambio de rumbo que requiere la quinta ciudad andaluza en población. Solo si se tiene la capacidad para enhebrar ambos factores se podrá avanzar en un Ayuntamiento cuya legión de funcionarios y laborales son en su mayoría grandes servidores de lo público –que en muchos casos carecen de tareas-, pero que arrastran determinados elementos más dados a conocer a la perfección sus derechos antes que sus obligaciones. Ellos saben quienes son.
Es evidente que salvo que cayera un meteorito en el Arenal o reventara de trampas el Consistorio y se declarara el estado de excepción, no volverá a gobernar la derecha en Jerez. El PSOE no se permitiría una salida en falso del gobierno –aunque a veces uno cree que en ese partido a nivel local todo es posible- pero tampoco sus aliados de la oposición, Ganemos e IU, serían capaces de permitirlo. Aun así, más allá de mantener el control político por mantenerlo, el centro y la izquierda deberían aunar más esfuerzos por demostrar que este mandato no volverán a ser otros cuatro años perdidos. Sensación que cobra fuerza si, ya les digo, solo acude al rescate Montoro y no la autoridad y el liderazgo. La ciudad y los jerezanos se merecen otra cosa.

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