Tercer encuentro consecutivo del Xerez Deportivo Fútbol Club lejos de Jerez. Este domingo, 17 horas, se juega en Chiclana, en el Municipal, ante el Novo Chiclana con la necesidad imperiosa de ganar para cerrar una semana horrible con las dos derrotas cosechadas, por vez primera en su joven historia, de forma seguida ante Jédula y Barbate respectivamente. No hay más margen de error ya que el Guadiaro no ceja en su empeño y prosigue ganando partido tras otro y se ubica a tres puntos, aunque con un partido menos, el que dirimirá el día 27 ante el San Bernardo.
Dani Pendín, al igual que sus jugadores y la afición, está deseando quitarse el mal sabor de boca tras los dos últimos partidos. Por eso, el técnico contaba en la rueda de prensa celebrada en Indoor Jerez que el equipo está “deseando que llegue el domingo para quitarnos este amargo sabor de boca. Después del partido de Jédula dije que teníamos la oportunidad de sacarnos la espina en Barbate, pero luego resultó que ese encentro aún nos hizo más daño. Confío que el equipo reaccione. Esta semana estuvimos hablando y lo cierto es que es un poco inexplicable lo que nos pasó por la trayectoria que teníamos. Veníamos de menos a más y estábamos en el mejor momento de la temporada, después de la victoria ante Guadiaro. Por eso estos dos traspiés nos dejan un poco descolocados. Confío en que la gente vuelva a la senda de la victoria porque no hemos cambiado nada”.
Pese a todo, el preparador entiende que “no hay motivos para que salten las alarmas. No es normal que un equipo como el nuestro pierda dos partidos, pero esto es fútbol y hay cosas que no se pueden controlar. Pienso que no merecimos perder ninguno de los dos partidos, pero ya he dicho también que quizás se compensó con alguno de los primeros encuentros de la temporada en los que no merecimos ganar”.
Según Dani, no tiene demasiada explicación lo sucedido, pero “en el cuerpo técnico estamos analizando las cosas y de alguna manera esto es una lección que nos dice que no se gana ningún partido sin esfuerzo. Con la lección que hemos aprendido de Barbate, ya no miro el rival. Puede que ellos tengan sus problemas, pero ahora depende de nosotros. Tenemos nuestro orgullo y esto no puede volver a ocurrir. Tengo tantas ganas de revancha y de revertir esta situación que casi me pondría yo a jugar”.
Y si los jugadores no se han escondido a la hora de asumir responsabilidades, el entrenador también es contundente. “Estuve hablando con los jugadores el miércoles. Está claro que yo soy el responsable porque yo soy el entrenador. No voy a salir con excusas. El entrenador es el máximo responsable. Hablé con el vestuario muy claro y les di un mensaje profundo. Ahora no hay que hablar más y sí jugar”.
El preparador azulino sí podrá contar finalmente con   David Orihuela este fin de semana, ya que el club presentó un recurso por una de las cartulinas amarillas vistas por el centrocampista. De hecho, Pendín explica que “se presentó un recurso y tiene cuatro. Por eso contamos con todos menos con Borja Perea, que está sancionado tras su expulsión en Barbate, y con Barba, que sigue lesionado. En el caso del centrocampista pienso que no podremos contar con él hasta enero”.
Esta semana también ha dado la cara el capitán, Edu Villegas, quien ha manifestado que “el vestuario está tocado y triste porque perder dos partidos en tres días no se lo esperaba nadie. Ni siquiera nosotros mismos. El equipo esperaba conseguir los tres puntos en Barbate y resarcirse del partido de Jédula, pero tras la derrota nos quedamos muy tristes ya que aquí se sienten los colores, puntualizando que “la plantilla xerecista  no se va a quitar en ningún momento la bandera de favoritos porque tenemos personalidad y estamos preparados táctica, técnica y físicamente para ser campeones de este grupo. Estamos preparados para celebrar otro año otro ascenso más. Por eso no vamos a poner excusas baratas ya que este mismo equipo es el que ha ganado once partidos consecutivo”.