Su determinación es firme y tras varios conatos esta vez no hay marcha atrás en su intención de denunciar al Ayuntamiento. La Asociación de Vecinos del Centro Histórico sigue adelante con su cruzada contra la Administración local por los problemas de la movida. Le acusa de dejación de funciones por consentir que los locales de ocio de esta zona desarrollen una actividad que por la licencia autorizada no les correspondería, excediéndose en las horas de cierres de sus negocios o poniendo música en sus patios en horarios en los que no está permitido o sin tener permiso para hacerlo. Si a ello se le suma la permisividad de los locales a la hora de dejar a los clientes que beban en la calle y de la propia Policía Local, por limitarse a “llamar la atención” y no multar, como critican desde la asociación vecinal, además de los problemas de ruido y de suciedad que se derivan de estas circunstancias, el resultado es una espiral que los residentes no están dispuestos a consentir más tiempo.
Eso sí, como en toda “guerra” hay daños colaterales, pues la denuncia también va a arrastrar a los negocios de copas en un momento que está coincidiendo con mayores concentraciones de personas cada fin de semana en este punto de Jerez. Por esta razón, desde la asociación vecinal advierten que “el único culpable” en este conflicto, “antes y después” es el Ayuntamiento. “No queremos una guerra contra los negocios y que conste que si los negocios son castigados el único culpable sigue siendo el Ayuntamiento”, sentencia el presidente de la AVV adelantándose a lo que pudiera pasar.
Como asegura, su antecedente judicial en este caso es El Arenal de Sevilla por la denuncia que interpusieron en 2002 contra el Ayuntamiento de Sevilla, en la que los juzgados le dieron la razón. Sin embargo, como les consta que el auge del casco antiguo como foco de la movida no es aislado a Jerez y hay vecinos de otras ciudades en similares circunstancias, están iniciando una ronda de contactos con asociaciones de centros históricos de toda Andalucía para organizar un encuentro en esta ciudad.
La finalidad es hacer piña ante lo que tienen encima y las próximas modificaciones en la normativa por decreto que se avecinan, y no precisamente a su favor, por vía decreto. Es el caso de la reforma de la Ley de Espectáculos 13/99 de la Junta que regula el horario de locales y que prevé ampliar en dos horas el horario de cierre de los negocios de restauración y copas justificados en la creación de más puestos de trabajo. Un decreto contra el que este colectivo ya prepara alegaciones. “¿Quién va a comer a las dos de la mañana?No tiene sentido. El centro de Málaga ha pasado de tener 25.000 a 5.000 habitantes”. “Vamos a alegar que esta ley es un impedimento a la repoblación del centro que pretende el Ayuntamiento”, concluye.