El líder del PP de Jerez, Antonio Saldaña, ha vuelto a reiterar su negativa a dejar todos sus cargos y ha tratado sin éxito que el grupo de concejales cierre filas en torno a su continuidad, según apuntan fuentes del partido.

Saldaña, al que la dirección provincial ha pedido que abandone todas sus responsabilidades en dos ocasiones, personalmente el viernes y por medio de un comunicado en la madrugada del domingo, mantuvo ayer una maratoniana reunión con los concejales para abordar sin éxito una posible salida a la crisis abierta tras la denuncia por triplicar la tasa de alcoholemia.

Durante el encuentro, explican las mismas fuentes, el que fuera candidato a la Alcaldía no encontró apoyo ni a su continuidad ni a algunas de las posibles salidas que puso sobre la mesa, como romper el grupo municipal al pasar tanto él como el resto de ediles a miembros no adscritos de la Corporación. De llevarse a cabo esta decisión, Saldaña perdería su condición de diputado provincial y portavoz de grupo, dado que el acta pertenece a su partido y tampoco podría constituir grupo propio municipal.

La postura de Saldaña ha generado rechazo hasta el punto de que, según estas fuentes, alguno de los presentes ha sostenido que debe dimitir ya para evitar un daño mayor al partido.

Desde el jueves, el todavía líder del PP de Jerez no ha recibido ni una sola muestra de respaldo público por parte de sus compañeros. A día de hoy, de hecho, su única valedora ante las direcciones provincial, autonómica y nacional es la presidenta local de la formación y diputada María José García-Pelayo, aunque también ha evitado expresarse públicamente al respecto.

El responsable de comunicación del PP de Jerez reiteró este domingo que el partido no haría declaraciones por tercer día consecutivo pese a que el silencio que mantiene oficialmente genera en las filas populares estupefacción, por un lado, e indignación, por otro.

Voces autorizadas de la formación a nivel local han lamentado “que Saldaña se enroque” y aseguran que no comprenden su actitud porque “perjudica gravemente al proyecto”. Asimismo, señalan las similitudes con el caso del ya ex alcalde de Badalona Álex Pastor, y coinciden en que lo único que cabe es la dimisión porque “agachar la cabeza, aguantar el chaparrón y esperar a que el temporal amaine es inviable” dado que, en cuanto se levante el estado de alarma, tendrá que vérselas en el juzgado.

Al haber superado la tasa de alcoholemia de 0,60 mg/l, la denuncia por la que es cuestionado será tramitada como delito penal. En este sentido, el Código Penal recoge este supuesto como tipo delictivo y en concreto el artículo 379 castiga al “que condujera un vehículo a motor o un ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas con penas de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso a privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superiora uno y hasta cuatro años.

Por todo ello, la dirección provincial no se plantea recular, sostiene su solicitud de que deje todos sus cargos y confía en que Saldaña actúe finalmente con responsabilidad y dimita.