La ?X? como censura innecesaria

Publicado: 23/10/2009
Con la llegada de la democracia a nuestro país -lo habrán visto o recordado con Cuéntame-, se fueron sucediendo diferentes fenómenos aperturistas que, en el caso de la cultura, permitió el contacto directo con determinadas expresiones artísticas que hasta ese momento habían estado prohibidas, censuradas o marginadas para el espectador español.


Una de ellas fue el cine para adultos -no confundir con el porno, limitado a las salas X que también empezaron a proliferar a finales de los 70-. Aquellas películas iban rigurosamente identificadas como “clasificada S”, exclusivamente para público adulto e incluso carecían de material gráfico promocional. Pero no sólo las películas eróticas podían ser calificadas “S”, también, en algunos casos excepcionales, aquellas con un explícito contenido violento, caso por ejemplo de Mad Max, el guerrero de la autopista. Con el paso del tiempo, ese tipo de cine erótico (Con las bragas en la mano, Campo de concentración para mujeres...) perdió todo su sentido, al tiempo que su público. También se modificó el reglamento de calificaciones por edades, que puso fin al cine “S” y mantuvo la “X” para el cine porno. Esta semana, el comité cinematográfico encargado de establecer esas calificaciones para las películas estrenadas en España ha concedido la “X” a una cinta de terror, Saw 6, por su apología de la violencia en un ejercicio de censura innecesaria. El filme, del que se iban a distribuir 300 copias en España, sólo puede exhibirse, por tanto, en las ocho salas X que quedan en nuestro país.

Soy de la opinión de que toda creación, sea mala, insultante, despreciable, aborrecible... debe ser mostrada al público, de forma que sea éste el que dictamine. En el caso de Saw 6, el problema no está en su explícita e insoportable violencia, sino en el público que después de cinco entregas sigue haciendo cola para sufrir con su retorcida, insufrible y sanguinolenta visión del miedo.

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