Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre nacido en Londres hace 46 años por tener en vigor una orden europea de detención y entrega dictada por las autoridades judiciales de Reino Unido por delitos de estafa y blanqueo de capitales. El arresto se llevó a cabo el día 19 por agentes del Grupo III de Estupefacientes y Relaciones Internacionales, tras ser localizado en Marbella (Málaga).
El reclamado, según han explicado desde la Comisaría Provincial, tenía en vigor una orden europea de detención y entrega solicitada por las autoridades de su país al tener pendiente el cumplimiento de una sentencia de pena privativa de libertad de seis años. Ha sido puesto a disposición de un juzgado de Instrucción Central de la Audiencia Nacional.
Este hombre supuestamente formaba parte de un entramado financiero que recibió más de 400.000 libras esterlinas procedentes de la venta de acciones de una compañía de biodiesel como resultado de un acuerdo fraudulento con la mencionada compañía, según ha informado la Policía Nacional, apuntando que según las autoridades de Reino Unido, entre 2005 y 2007 hubo en España una serie de entramados financieros que vendían acciones de la compañía a pequeños inversores de ese país.
Han apuntado, a través de un comunicado, que los vendedores, "que utilizaban nombres falsos", y los directores de la compañía "inflaron" las perspectivas de la entidad y del mercado del biodiesel, afirmando que se estaban realizando importantísimos negocios empresariales y que las acciones de la empresa estaban valoradas en 110 millones de libras esterlinas.
A los inversores no se les informó de que entre el 50 y el 55 por ciento del dinero que invertían se destinaría a pagar a los organizadores del entramado societario. Así, más de 900 inversores compraron acciones "creyendo que su inversión en una empresa de éxito les reportaría importantes ganancias a corto plazo, creencia fomentada por las afirmaciones de que la empresa iba a cotizar en Bolsa".
Estas afirmaciones "eran falsas" y la realidad era que la empresa de biodiesel del Reino Unido no tenía producción y que había sólo unas importaciones limitadas procedentes de Singapur y que más de la mitad de los fondos pagados por los inversores no se destinaban a la empresa sino que con ellos se pagaba a los encargados de vender las acciones, han explicado.
De los años 2005 a 2007, el 99 por ciento de los ingresos de la compañía procedía de la venta de acciones, obteniendo más de 8.000.000 de libras esterlinas de los inversores, de los que 4.000.000 se transfirieron a cuentas controladas por los que operaban el entramado societario.