El Partido Socialista reivindicó ayer al equipo de Gobierno popular que convoque una mesa de negociación con los hosteleros del centro que zanje el conflicto a cuenta de la convivencia entre el peatón y las terrazas que ha levantado en pie de guerra a los restauradores, que piden una normativa de ocupación de la vía pública menos restrictiva y acorde a la idea de que “el casco histórico de la ciudad es de todos”. La formación se reunió ayer con la Asociación de Hosteleros de Málaga y la Asociación de Restauradores en un encuentro en el que abogó por la mesura y el diálogo para llegar al acuerdo en un sector vital para la capital.
“Hay zonas que claramente están saturadas que son perjudiciales incluso para el propio empresario porque se genera una sobreoferta y otras donde se puede permitir más uso; no queremos limitar las terrazas, debemos estudiar llegar a una racionalización, al equilibrio en cada zona”, defendió la portavoz socialista María Gámez.
El portavoz en la Diputación de Málaga, Francisco Conejo, apuntó a que los hosteleros “son los primeros interesados” en solucionar el conflicto “para acabar con el debate permanente negativo a la opinión pública”. “El Ayuntamiento de Málaga no puede adoptar medidas hasta que no se alcance un consenso entra las partes afectadas, no valen los parches, necesitamos una solución”, defendió Conejo.
Mahos y Amares, que en unos días unirán fuerzas con la creación de una única Asociación de Hosteleros de Málaga, exigen al equipo de Gobierno popular que actualice la normativa comercial del centro, mientras prosiguen con su campaña #MalagaconlaHostelería en la que recaban apoyos. El responsable de Mahos adelantó que hoy se reunirá con responsables municipales de Comercio. Un encuentro que se produce justo una semana después de que casi 300 hosteleros acordaran en asamblea frenar el que consideran es “un acoso” en toda regla a los negocios con terrazas del centro.
"Que los vecinos nos escuchen”
“Hace falta definir el modelo del centro entre todos”, abogó Jesús Sánchez, presidente de Mahos, que pide a los vecinos del centro que “nos escuchen, nunca han querido escucharnos”. Un nuevo nomenclator, la actualización de la normativa de horarios, la redefinición del PGOU para declarar el centro como centro comercial abierto, la definición como Zona de Gran Afluencia Turística o una nueva ordenanza de la vía pública menos restrictiva son las principales reivindicaciones del sector, que continúa recogiendo apoyos.
Creen que sus pretensiones permitirían además acabar con los ruidos que sufren algunas zonas o cambiar los límites establecidos en la actual normativa al “tener un uso terciario” y “no tendría que llegar la sangre al río”. “Queremos ayudar a Málaga, no nos podemos permitir crecer y destruir”, pidió.