Entre un euro y medio y, hasta dos euros, “si hay tráfico”, aseguró Eduardo Zorrilla, portavoz de IU-Málaga para la Gente, que se puede encarecer el servicio de taxi con el rodeo que tienen que dar los vehículos, por la Plaza General Torrijos, tras las obras de peatonalización del entorno de la Catedral. Y es que la actuación acabó con la parada existente en Molina Lario, reduciéndola a Cortina de Muelle, dirección ayuntamiento, y una nueva ubicación en la Plaza de la Marina.
El presidente de Aumat, José Royón, reivindicó ayer que el Consistorio permita reubicar la parada en Cortina de Muelle a la acera norte para facilitar los servicios. “Tenemos el apoyo de las asociaciones de vecinos, de hoteles... los usuarios tienen que hacer un desplazamiento muy largo”, protestó Royón.
Desde el Ayuntamiento, el edil de Urbanismo,el popular Francisco Pomares, aseguró que con las obras en este enclave “ganan algunos y pierden otros” y defendió que entienden su demanda pero que “debemos respetar el proyecto por que de otra forma traicionaríamos a la ciudad”.
Incluso la estatua del Cardenal Herrera Oria se coló en el debate, a cuenta de la vuelta que deben dar los taxis. Los grupos en la oposición abogaron por “moverla unos metros” pero la socialista Lorena Doña avanzó que el Obispado de Málaga ha pedido un cambio de emplazamiento del actual, a los jardines de la Catedral de Málaga. Un argumento que tampoco convenció.