El centro penitenciario Málaga II ha estado envuelto en la polémica antes de abrir: primero, por su tardanza en la puesta en marcha oficial, pese al tiempo que llevaba terminado, y en segundo lugar porque fue usado para internar a inmigrantes argelinos, uno de los cuales uno apareció muerto en sus dependencias.
A ello, se suma un tercer eslabón en una cadena de circunstancias singulares, ya que el acto de inauguración oficial prevista para este lunes al mediodía va a contar con una concentración y protesta sindical, que si bien en principio había sido desautorizada la Subdelegación del Gobierno en Málaga, a ésta le ha enmendado la plana el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que ha conminado a la representación del Gobierno central a que autorice el acto de protesta, según señaló el sindicato ACAIP.