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Manuel Alcántara, un vacío que llega desde la autoridad al quiosquero

La hija del poeta malagueño, Lola Alcántara, asistió al homenaje con motivo del Día del Libro a su padre, nombrado meses atrás Autor del Año en Andalucía

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  • La hija de Alcántara en un homenaje a su padre. -
  • La condolencia por la muerte de Alcántara que más "llegó" a su hija Lola fue "la que le transmitió un quiosquero"

Fueron cientos las condolencias recibidas en la capilla ardiente del poeta y periodista Manuel Alcántara, fallecido a los 91 años el pasado miércoles, muchas de ellas de autoridades, pero la que más hondo llegó a su hija Lola fue la que le transmitió un quiosquero.
"Las cosas que más me han emocionado no han sido de famosos, sino de un quiosquero, que me dijo que, de alguna manera, él había trabajado durante cincuenta años con mi padre, vendiendo periódicos"
"Las cosas que más me han emocionado no han sido de famosos, sino de un quiosquero, que me dijo que, de alguna manera, él había trabajado durante cincuenta años con mi padre, vendiendo periódicos", ha relatado a los periodistas Lola Alcántara, que ha asistido en Málaga al homenaje con motivo del Día del Libro a su padre, nombrado meses atrás Autor del Año en Andalucía.

Alcántara acogió este nombramiento "con escepticismo, como todo", y con el pesimismo que le solía acompañar afirmaba que ya "todos los homenajes eran póstumos, y que él tenía la suerte de poder leer su propia necrológica", comenta su hija.

En la capilla ardiente recibió mensajes también de "lectores desconocidos", añade Lola, que todavía no dispone del libro de condolencias, pero asegura que cuando lo tenga lo leerá "enterito".

El deterioro físico de los últimos meses llevó a que Alcántara no quisiera "dejarse ver así", y por eso el último premio al que acudió fue la entrega de la Encomienda de Alfonso X el Sabio, "después de mandar a paseo al ministro porque llamó a casa a una hora intempestiva para él, las once de la mañana".

No perdió su humor hasta el último momento, y su hija recuerda que, después de que le comprara ocho o nueve chándales para estar en casa, le aseveró: "Voy a morir como Fidel Castro, en chándal".

Sin embargo, Lola Alcántara precisa que la lucidez que le ha acompañado hasta el final "a veces no es buena, darte cuenta de que te estás muriendo".

Por su parte, la consejera andaluza de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha resaltado en el acto que Alcántara es el primer periodista elegido Autor del Año, algo que "tiene sentido, porque buena parte de la mejor literatura actual se está creando en los periódicos".

Del Pozo ha expresado el compromiso de su Consejería con la literatura y ha anunciado la reactivación de una línea de ayudas al sector editorial y la dotación de mayores recursos a las bibliotecas para ampliar su catálogo y mejorar los servicios.

En el acto se ha inaugurado la exposición "Las columnas y los versos", diseñada por Pablo Aranda, que ofrece un recorrido didáctico por la vida y obra de Alcántara, y se ha presentado la antología "El porvenir de ayer es ya recuerdo", con una selección de textos del poeta y periodista elaborada por Francisco Ruiz Noguera.

También se ha podido oír uno de los poemas en los que trató un tema fundamental en él como la muerte:

"No pensar nunca en la muerte y dejar irse las tardes mirando cómo atardece. Ver toda la mar enfrente y no estar triste por nada mientras el sol se arrepiente. Y morirme de repente el día menos pensado. Ese en el que pienso siempre".

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