Cae una banda que falsificaba documentos para obtener la residencia

La Policía ha desarticulado una organización que, liderada desde Málaga, se dedicaba a la falsificación de documentos para obtener la residencia en España, y ahora la Policía estudia cientos de expedientes que podrían ser falsos.

Según ha informado este jueves la Policía Nacional los agentes han arrestado a trece personas, dos de ellas en Madrid, tres en Granada y ocho en Málaga, provincia en la que la organización tenía su sede y donde se escondía su líder.

Están acusados de falsificar documentación que presentaban ante las autoridades para iniciar expedientes de autorización de residencia en España, de manera que conseguían que se obtuviera la residencia por arraigo sin que se cumplieran realmente los requisitos.

La investigación sigue abierta ya que se están estudiando numerosos expedientes por si son fraudulentos, no descartándose nuevas detenciones.

La investigación comenzó a principios de 2018, cuando los especialistas que analizan los expedientes localizaron un grupo de personas de nacionalidad marroquí que había obtenido la residencia en España por circunstancias excepcionales, en concreto por arraigo, presentando documentación falsa, entre ésta certificados de empadronamiento, partes médicos, certificados bancarios, sentencias judiciales o contratos.

Así se descubrió una trama criminal dedicada a esas falsificaciones que cobraba en varios plazos para evitar levantar sospechas.

Los ahora arrestados operaban desde Málaga aunque con sucursales en Granada y Madrid y cobraban a cada cliente 8.000 euros que pedían que fueran ingresados en pequeñas cantidades.

De los expedientes analizados descubrieron que más de medio centenar presentaban documentos falsos que permitían “demostrar” esa supuesta residencia continuada en España, y de hecho muchos de ellos no habían residido nunca en nuestro país.

Los agentes realizaron tres entradas y registros en Madrid, Málaga y Granada, donde se intervinieron, entre otros efectos, numerosos sellos de caucho, una impresora de tarjetas, una máquina y un manual para falsificar sellos y más de 8.000 euros en efectivo.