Uno de cada cuatro automóviles vendidos por Hyundai en Europa es un SUV, un hito que la marca surcoreana no quiere dejar pasar este nuevo año, en el que ha reforzado su gama con un viejo conocido, el nuevo Hyundai Tucson, que ya ha recibido el galardón de Coche del Año 2016 en España.
La denominación comercial Tucson ya fue utilizada por Hyundai para un modelo que en el mercado español se vendió de 2004 a 2010 y que supuso un importante nicho de ventas para el fabricante.
Para sustituirle, Hyundai cambió su nombre al de ix35. Este modelo se vendió hasta el año pasado y fue, junto al todocamino Santa Fe, uno de los principales exponentes del salto cualitativo que ha registrado la marca en Europa.
El reto de mantener las ventas y ofrecer un vehículo más moderno y con las mismas cualidades del ix35 es importante para Hyundai, que ha recurrido a su buen hacer para reeditar el éxito.
Lo primero que ha hecho ha sido recuperar un nombre que le dio prestigio, Tucson, y lo segundo diseñar un coche acorde con los gustos europeos, que se fabrica en el Viejo Continente, en la República Checa, para los mercados de la zona.
Este SUV vistoso, de nuevo diseño, es el embajador de la marca y el que mejor representa el lema "Nuevas ideas, nuevas posibilidades", asegura el fabricante, que añade que sus tecnologías avanzadas representan un salto adelante en Europa con el que esperan atraer a nuevos clientes.
Para ello adopta la nueva parrilla hexagonal (es el sello de la marca), que enlaza con los faros LED para crear una identidad exclusiva. El paragolpes delantero, que incorpora las luces led, simula la forma de un ala.
El montante delantero se ha desplazado hacia atrás para que el capó visualmente sea más largo y transmita más robustez, a la par que una imagen más estilizada y deportiva.
La anchura del ángulo muerto del montante A se ha reducido en 6 milímetros respecto al ix35, lo que da una mayor visibilidad al conductor a la hora de maniobrar.
En el lateral sobresale la elevada línea de la cintura y los abultados pasos de rueda típicos de un SUV.
En la zaga los amplios faros y el spoiler del techo son los elementos más diferenciadores, que acentúan la robustez del modelo con líneas claramente horizontales.
En el interior los ingenieros han buscado impresionar al cliente que por primera vez se acerca a la marca, para lo que han prestado especial atención a los pequeños detalles.
La horizontalidad preside la presentación del salpicadero, en la que el conductor tiene todo a mano gracias al volante multifunción y a la pantalla central desde la que se maneja el teléfono, la radio o el navegador.
El Tucson es un vehículo amplio en el que, como es habitual, para buscar la comodidad de todo el pasaje, es más confortable para cuatro ocupantes que para cinco. Esto se debe a que la banqueta central acoge el reposabrazos y, por tanto, el respaldo es menos mullido.
La altura interior permite que viajen sin agobio personas de más de 1,80 metros tanto delante como detrás.
El nuevo Tucson se ha construido sobre una nueva plataforma y el bastidor ha sido concebido para el mercado europeo, en el que no gustan tanto las suspensiones blandas con las que se equipan los vehículos destinados a los mercados americanos o asiáticos.
El Tucson ofrece un comportamiento bastante neutro curva gracias a la suspensión delantera que incorpora sistema de amortiguación McPherson, mientras que la trasera es multibrazo.
Con estas mejoras el vehículo limita los característicos balanceos de la carrocería de los todocamino y transmite seguridad a la hora de enlazar curvas de radio exigentes.
Para mejorar el rendimiento general se ha aumentado la longitud de los brazos superior e inferior de la suspensión y se ha dotado, tanto delante como detrás, de más “silentblocks” para reducir los ruidos y vibraciones.
Una batalla más larga (2,67 metros) y un mayor ancho de vía hacen más estable la pisada del Tucson, lo cual es muy evidente cuando rueda en línea recta. Su pisada sobre el asfalto es cualitativamente superior a la del ix35.
En cuanto al propulsor se trata del diésel menos potente de la gama. Es el 1.7 de cuatro cilindros que logra una potencia de 115 CV a 4.000 rpm, con par motor que firma 280 Nm entre 1.250 y 2.500 rpm, que permite cierta agilidad al vehículo, aunque no muestra un valor de aceleración notable, ya que se toma su tiempo, 13,7 segundos en cubrir la aceleración de 0 a 100 km/h.
Sin embargo, este propulsor es más que suficiente para la mayoría de conductores que buscan un vehículo familiar con el que además poder disfrutar del tiempo de ocio al aire libre, a pesar de que la tracción es a las dos ruedas delanteras.
Hyundai con el nuevo Tucson ha puesto en el segmento de los SUV un vehículo bien hecho y con un diseño muy acertado que, en el caso de la versión analizada, responde claramente a lo que pide la mayoría de los clientes de este pujante mercado: un todocamino con motor diésel y tracción delantera.
El precio está en la banda media del segmento, aunque con la ayuda estatal del Plan Pive y las diferentes promociones de la marca puede bajar hasta los 18.900 euros de la versión básica de gasolina de 131 CV con acabado Essence.