El preso palestino Hisham Abu Hawash sufre un grave deterioro de su salud, en estado crítico sin capacidad de habla ni de visión, cuando cumple 135 días en huelga de hambre para protestar por la detención administrativa impuesta por Israel, sin cargos ni juicio.
Hawash fue trasladado hace dos días a un hospital al entrar en estado crítico y ayer pudo recibir la visita de sus dos hijos mayores, mientras que esa posibilidad ha sido denegada a su esposa, según denuncian organizaciones palestinas por lo derechos humanos.
En vídeos y fotos difundidos en las redes sociales, incluida la agencia oficial palestina Wafa, se puede ver a Hawash intubado en un hospital, visiblemente muy delgado y confundido, y sin capacidad para hablar o para ver.
Ante el deterioro de su salud, las autoridades israelíes decidieron hace dos días congelar su detención administrativa para trasladar a Hawash a un hospital, pero eso no significa que se haya cancelado, como él exige como condición para poner fin a su huelga de hambre.
Hace diez días, un tribunal israelí denegó una petición para ponerlo en libertad y ofrecerle atención médica, para dejar esa decisión en manos de la administración de la prisión de Ramla, en la que se encontraba detenido en el centro de Israel.
Hawash, padre de cinco hijos, fue detenido el 27 de octubre de 2020 y recibió tres órdenes de detención administrativa consecutivas, cada una por seis meses.
Ha pasado un total de ocho años en cárceles israelíes "por resistir la ocupación", incluidos 52 meses en detención administrativa sin cargos, según Wafa.
La política israelí de detención administrativa, ampliamente condenada por la comunidad internacional, permite el arresto de palestinos sin cargos ni juicio por períodos renovables, que oscilan entre tres y seis meses, sobre la base de pruebas no divulgadas que ni siquiera el abogado de un detenido puede revisar.
Desde inicios de 2021, más de 60 reos se han declarado en huelga de hambre en protesta contra este tipo de detención y a mediados de noviembre dos presos que llevaban en ayuno más de 115 días detuvieron la protesta tras comprometerse Israel a liberarlos.