Zelenski también se quejó de que no se hayan cumplido otras de las condiciones que acordó con Grossi en la reunión previa
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, criticó que el presidente del OIEA, Rafael Grossi, no haya pedido la desmilitarización de la central nuclear de Zaporiyia, tomada por los rusos, durante la visita que realizó este jueves a la planta.
En un discurso publicado esta noche en su página web, el mandatario ucraniano recordó que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU inició el jueves una misión de inspección de esta planta nuclear, la mayor de Europa, bajo control de las tropas rusas desde el pasado 4 de marzo.
Para Zelenski, la "clave de lo que debería suceder es la desmilitarización del territorio de la planta. Este es exactamente el objetivo de los esfuerzos ucranianos e internacionales" sobre estas instalaciones que pueden sufrir un accidente por los bombardeos que se producen en la zona.
"Y lo malo es que todavía no hayamos escuchado los llamamientos apropiados de la OIEA (en este sentido). Aunque lo hablamos con el Sr. Grossi en nuestra reunión en Kiev. Esta era la clave (...). Se dijo claramente: desmilitarización y control total (de Zaporiyia) por parte de especialistas nucleares ucranianos".
Zelenski también se quejó de que no se hayan cumplido otras de las condiciones que acordó con Grossi en la reunión previa a la visita la central, como es el hecho de que no se ha permitido a la prensa independiente acompañar a los miembros del OIEA.
"Cuando nos reunimos con el Sr. Grossi y los miembros de la misión en Kiev, acordamos que la misión estaría acompañada por periodistas de medios ucranianos e internacionales. Periodistas independientes. Para que el mundo vea la verdad. Para ver lo que realmente está pasando", explicó el mandatario.
"Desafortunadamente, esto no se hizo. Aunque se prometió. Desafortunadamente, los ocupantes (rusos) no dejaron entrar a los periodistas, sino que organizaron a un grupo de sus propagandistas. Lamentablemente, los representantes del OIEA no protegieron a los representantes de los medios independientes", lamentó.
No obstante, Zelenski dijo que tiene "la esperanza de que la misión saque conclusiones objetivas de las circunstancias en la planta".
"Durante más de tres décadas, cinco instalaciones han estado bajo el control de nuestros especialistas: la planta de Chernobyl y cuatro plantas de energía nuclear operativas. La OIEA nunca tuvo ningún reclamo con respecto a las actividades de ninguna de estas instalaciones hasta que Rusia invadió nuestro territorio y trajo aquí su locura", recordó.
"Es bueno -agregó- que los representantes del OIEA tengan la oportunidad de sacar conclusiones objetivas sobre los riesgos que han surgido en la central nuclear (...) los riesgos que han surgido precisamente por culpa de los ocupantes".
Los bombardeos constantes, la presencia de militares y armas rusas en la planta, los malos tratos hacia el personal ucraniano y los intentos de poner la planta bajo el control de representantes de la empresa estatal rusa Rosatom, no forman parte de una actitud responsable con respecto a las instalaciones, subrayó.
"Cuando los militares rusos abandonen finalmente el territorio de la central nuclear, cuando se lleven sus armas, municiones, cuando dejen de bombardear Enerhodar (la ciudad satélite de la planta) y las zonas vecinas, y cesen sus provocaciones, la central de Zaporiyia podrá volver a un funcionamiento completamente seguro, lo que siempre ha sido el caso bajo el control de Ucrania", indicó.
El director general del OIEA, Rafael Grossi, abandonó este mismo jueves la central nuclear ucraniana, pero decidió establecer una presencia "continuada" en la planta y dejar allí a varios inspectores del organismo internacional que forman parte de su equipo, al menos hasta el sábado.
Los expertos que inspeccionaron las instalaciones estuvieron acompañados por representantes de la corporación estatal de energía atómica de Rusia, Rosatom, y empleados de la planta, según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti.
Grossi abandonó la planta atómica tras unas dos horas en el recinto y explicó que en ese tiempo él y los otros trece expertos habían "podido reunir mucha información" en un primer recorrido por las áreas clave de las instalaciones.