Kwasi Kwarteng y James Cleverly han sido nombrados este martes ministros de Economía y de Exteriores, respectivamente, por la nueva jefa del Gobierno británico, Liz Truss, que premia así a dos de sus más estrechos aliados, del ala dura y favorable al Brexit del Partido Conservador.
Kwarteng, británico de origen ghanés de 47 años y hasta ahora ministro de Empresa, es la primera persona de raza negra en ocupar el cargo, que es en la práctica el número dos del Gobierno y cuya residencia oficial se ubica en el número 11 de Downing Street, adyacente a la de la primera ministra.
Además, Truss ha designado como viceprimera ministra y titular de Sanidad a Thérèse Coffey, hasta ahora responsable de Trabajo, que desempeñó un papel clave en la dirección de su campaña para liderar el Partido Conservador, mientras que al frente de Interior ha colocado a Suella Braverman, conocida por sus duras posiciones sobre la inmigración.
Los nombramientos se van difundiendo paulatinamente a medida que los elegidos salen de Downing Street tras recibir el encargo por parte de Truss.
La elección de Kwarteng al frente del Tesoro confirma las hipótesis que lo situaban como "hombre fuerte" del Ejecutivo.
En una de sus primeras decisiones tras recibir este martes de la soberana la instrucción de formar un Gobierno, Truss designó para dirigir el Tesoro a su amigo desde hace años y también vecino en Londres.
Con un historial académico brillante pero relativamente desconocido para el gran público, Kwarteng afronta como ministro el reto de paliar la crisis por la inflación rampante, para lo que la jefa del Gobierno ha anunciado ya un plan para el sector energético y recortes de impuestos.
Mientras, Cleverly, de 53 años y hasta ahora responsable de la cartera de Educación, dirigirá el Foreign Office en un periodo que se prevé marcado por la guerra en Ucrania y por la disputa entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) en torno al controvertido protocolo para Irlanda del Norte.
El político conservador, oficial de la Armada británica en la reserva, era un ferviente defensor del Brexit ya antes del referéndum de 2016 y comparte con Truss su visión política de "aprovechar las oportunidades" de la salida de la UE.
