El PP acudirá a las reuniones a las que le convoque el Gobierno, pero evitará cualquier opción de pacto si se mantiene la misma política económica, ya que, para los populares, José Luis Rodríguez Zapatero insiste en buscar “complicidad” con su gestión sin verdadera voluntad de cambiar ni de lograr acuerdos.

“Más de lo mismo”. Así han resumido varios diputados populares el primer cara a cara que han protagonizado el líder del PP, Mariano Rajoy, y el presidente del Gobierno en el debate económico que tiene lugar en el Congreso.

Tanto Rajoy como, en general, el partido y el grupo parlamentario están satisfechos tras ese primer cara a cara.

La nueva oferta de diálogo de Zapatero no ha convencido al Partido Popular, especialmente la propuesta de que una comisión liderada por la vicepresidenta Elena Salgado y compuesta por los ministros José Blanco y Miguel Sebastián asuma las negociaciones para una serie de acuerdos.

Según afirmó la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, esta comisión “quedará en nada”.
Muchos diputados y altos cargos populares, con María Dolores De Cospedal a la cabeza, consideran que esa comisión es producto de la “improvisación” y el reflejo de que el Gobierno carece de política económica y “no sabe qué hacer”.

Para todos ellos resulta llamativo que en esa comisión no estén el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ni el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso.

Como dijo De Cospedal, no es comprensible que con más de cuatro millones de parados y con la reforma laboral en preparación no figure en esa comisión el responsable de la cartera de Trabajo. Tampoco es lógico, denuncian los diputados del PP, que no esté incluido Alonso, toda vez que ayer mismo inició con CiU una ronda de contactos para analizar las posibilidades de acuerdo.

“Si llama Salgado al PP antes que Alonso, ¿qué haremos el día 26 cuando nos tengamos que reunir con el portavoz socialista?”, reflexiona el secretario general del grupo popular, José Luis Ayllón.

La propuesta, según el análisis de los populares, denota la falta de voluntad por el acuerdo del presidente del Gobierno.

El responsable de Comunicación del partido, Esteban González Pons, lamentó que Zapatero acudiera al debate del Congreso “buscando complicidad” y no un pacto de Estado.

Prácticamente todos los dirigentes y diputados del PP consultados por Efe creen que la intervención del jefe del Ejecutivo pone de manifiesto su “nula” intención de rectificar su gestión, tal y como exigió Rajoy en su intervención.
 
No obstante, el PP acudirá a las reuniones, pero no quiere hablar de acuerdos puntuales si se mantiene la misma política económica.

Por su parte, el presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, instó ayer a todas las fuerzas políticas y agentes sociales a alcanzar un gran Pacto de Estado ante la gravedad de la situación económica.

“Los sacrificios y esfuerzos que habría que hacer son tan grandes” que ningún partido político soportaría el desgaste de hacerlo por sí solo, explicó Quintás en la presentación de los resultados anuales de las cajas en 2009, cuando ganaron 4.426 millones, un 34,2% menos que en 2008 tras las dotaciones a provisiones.

“El futuro de la economía depende de que seamos capaces de configurar un plan de acción de este tipo”, dijo Quintás. Sólo hace falta que un equipo “riguroso” y con “capacidad política para tomar decisiones” se siente y se ponga a trabajar. y si es necesario que sea a puerta cerrada “como se hizo en los Pactos de la Moncloa”.