La familia de Ignacio Uría recibió ayer en Azpeitia el apoyo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de las miles de personas que han protestado en toda España por este asesinato, que ha conllevado la ruptura del gobierno de dicha localidad guipuzcoana, liderado por ANV.
El asesinato de este empresario, que dirigía junto a otros familiares la empresa Altuna y Uría, una de las constructoras que participan en el trazado ferroviario de alta velocidad del País Vasco, no sólo ha propiciado la salida de EA y Aralar del equipo de gobierno de Azpeitia, sino que algunos integrantes de la coordinadora que se opone a esta infraestructura ya han expresado su rechazo a este atentado.
La jornada de duelo comenzó a primeras horas de la mañana, con la apertura de la capilla ardiente, en la que la viuda, Manoli Aramendi, sus hijos y muchos miembros de esta numerosa familia, recibieron a los representantes institucionales y a los máximos dirigentes de todos los partidos democráticos que viajaron hasta Azpeitia para mostrarles sus condolencias.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, junto a los máximos representantes de los partidos democráticos vascos y los presidentes de la patronal vasca, Miguel Lazpiur, y de la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa, Eduardo Zubiarre, son sólo una muestra de las innumerables visitas que ha recibido la familia Uría a lo largo de la jornada.
A mediodía de ayer, miles de ciudadanos salieron a la calle y participaron en las concentraciones silenciosas celebradas en numerosos ayuntamientos de toda España, así como en el Congreso, el Senado y las instituciones autonómicas.
El acto más simbólico y emotivo fue el celebrado ante el consistorio de Azpeitia, en el que un millar de personas quisieron arropar a algunos de los familiares presentes en esta protesta.
Entre ellos se encontraba Olatz, la hermana de Ignacio Uría, quien habló entre sollozos a los periodistas y comentó que su familia está “muy unida” en estos momentos de dolor y que la viuda está afrontando el trance con valentía, aunque “necesita mucho” a su marido, ya que estaban siempre juntos. Antes de esta concentración, los empleados de Altuna y Uría se habían congregado también ante la sede de la compañía en Azpeitia, encabezados por una pancarta de ELA que rezaba en euskera: “Porque somos nacionalistas y trabajadores, no estamos de acuerdo”.
El rechazo a este asesinato, el cuarto en lo que va de año, y la falta de una condena por parte de ANV, llevó a Eusko Alkartasuna y Aralar, los dos partidos que comparten equipo de gobierno con la formación ilegalizada en Azpeitia, a romper su pacto y dejar a la izquierda abertzale en minoría al frente del consistorio.
Tanto el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, como el PP anunciaron por su parte que explorarán todas las vías jurídicas, políticas y legales para desalojar a ANV de los ayuntamientos que gobierna en el País Vasco y en Navarra.
Otra de las consecuencias de esta acción terrorista fueron las voces contrarias a este asesinato quesurgieron en el propio movimiento que se opone a la construcción de la denominada Y vasca, ya que el sindicato ESK, miembro de la coordinadora contra el TAV, rechazó el atentado, al igual que hizo uno de los portavoces de este grupo a título individual.
La Ertzaintza prosigue entretanto con la investigación sobre la autoría de este atentado, muy similar en el modus operandi al perpetrado el pasado mes de marzo contra el ex concejal socialista de Arrasate Isaías Carrasco, aunque se confirmó que la pistola utilizada en ambos casos no es la misma y la munición tampoco.
A las siete y cuarto de la tarde tuvo lugar la apertura de la capilla ardiente a todos los vecinos de Azpeitia y otras personas que hasta ahora no han podido acceder al velatorio, reservado para la familia y las autoridades.
Tras su cierre noche, el tanatorio se reabrirá hoy a las 9:00 y la familia seguirá recibiendo visitas hasta que a las siete y media de la tarde se celebre el funeral de cuerpo presente en la parroquia San Sebastián de Soreasu de Azpeitia, acto al que seguirá el entierro en la intimidad en el cementerio de esta localidad, mientras una manifestación convocada por el lehendakari recorrerá el municipio.
ARALAR DECIDE ROMPER CON ANV
Aralar anunció ayer su decisión de abandonar el equipo de gobierno de Azpeitia, que compartía con EA y con ANV, ante la actitud “inaceptable” de los ediles de este último partido tras el asesinato de Ignacio Uría.
El vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, dio a conocer la decisión de su partido, que se suma a la medida adoptada por EA, que también ha roto el pacto de gobierno con ANV.
Abril compareció junto con la juntera Rebeka Ubera y el concejal de Aralar en Azpeitia, Juan Carlos Arellano, para explicar que la actitud de los ediles de la izquierda abertzale tras el asesinato del miércoles“va en contra de los principios del acuerdo de gobierno” suscrito tras las elecciones municipales por ANV, EA y Aralar.
El dirigente de Aralar explicó que el pacto de gobierno ahora roto estaba basado “en la pluralidad, la convivencia y el bienestar de la población azpeitiarra”.
EL ARMA UTILIZADA
El arma utilizada para asesinar el miércoles al empresario Ignacio Uría no es la misma que la que ETA usó para matar al ex concejal del PSE-EE, Isaías Carrasco, el pasado 7 de febrero en la localidad guipuzcoana de Mondragón, según confirmaron a Europa Press fuentes de la investigación.
Según los primeros análisis realizados por la Policía vasca, los casquillos de la pistola con la que cometieron ayer en Azpeitia el crimen contra Uria corresponden al calibre nueve milímetros parabellum, al igual que los proyectiles que mataron a Carrasco. No obstante, las armas utilizadas no son las mismas.