El Consejo de la Unión Europa y el Parlamento Europeo llegan este jueves a un acuerdo para crear una identidad digital europea (eID) para personas y empresas, con el objetivo de que al menos el 80 % de los ciudadanos de la UE puedan usarla para acceder a servicios públicos clave para 2030.
Además de servir como prueba de identidad en todos los países de la UE, la cartera digital, que parte de una iniciativa presentada por la Comisión Europea en junio de 2021, se utilizará también para guardar documentos oficiales como permisos de conducir, números de cuentas bancarias o diplomas universitarios.
"El reglamento revisado constituye un claro cambio de paradigma para la identidad digital en Europa con el objetivo de garantizar el acceso universal de las personas y las empresas a una identificación y autentificación electrónicas seguras y confiables por medio de una cartera digital personal en un teléfono móvil", indicó en un comunicado el Consejo de la UE.
Su uso, no obstante, será voluntario y no sustituirá a los documentos físicos de identidad.
"Ofrecerá una manera cómoda, sencilla, privada y segura de compartir documentos personales y acceso público o privado a servicios en línea, todo desde el teléfono o el ordenador", dijo en Twitter la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.
El documento electrónico, que será gratuito para las personas físicas e incluirá un sistema de firma digital, será "emitido bajo los esquemas nacionales" y deberá contar con un "alto" nivel de seguridad para garantizar la confianza de los usuarios y las empresas desde un "enfoque armonizado" y una "arquitectura técnica común", añadió el Consejo.
"Empoderará a los ciudadanos dándoles control sobre sus datos y reforzará nuestra soberanía tecnológica en la UE", celebró el comisario europeo del Mercado Interior, Thierry Breton, sobre un sistema público que aspira a competir con los sistemas de autentificación de grandes empresas tecnológicas privadas como las estadounidenses Apple o Google.
Actualmente solo 14 de los 27 emiten DNI electrónicos y estos apenas son reconocidos por los sistemas públicos de otros Estados porque hacer que comuniquen entre sí es técnicamente muy complicado.
El acuerdo sobre el documento de identidad electrónica europea, que se plegará a las normas vigentes sobre ciberseguridad, tendrá que ser ratificado por los embajadores de los Veintisiete ante la UE y por el Parlamento Europeo, antes de publicarse en el Diario oficial de la Unión Europea.