En sólo treinta y una horas, según han informado fuentes policiales, el presunto autor de este crimen pasional, T.M.E, de 47 años, voló a Alemania, mató al supuesto amante de su esposa, un ciudadano germano, y posteriormente regresó a Madrid, en un crimen que tuvo lugar el pasado 5 de noviembre.
De acuerdo con la Policía, el presunto asesino alquiló un coche con el que se desplazó hasta el domicilio de la víctima, compró un cuchillo en las inmediaciones y después le apuñaló.
En las primeras investigaciones de la Policía germana, se averiguó que la víctima tenía algún tipo de relación con una ciudadana austriaca, residente en Madrid, con quien contactaron el mismo día del homicidio y le comunicaron que había indicios que apuntaban a que su marido podría estar implicado en los hechos.
Nada más tener conocimiento de lo sucedido, la mujer, junto con sus dos hijos menores, acudió a una comisaría, donde contó que su marido le había dicho que tenía un cursillo laboral a las afueras de Madrid los días 4 y 5 de noviembre y confirmó que mantenía una relación de amistad con el fallecido por medio del correo electrónico y mensajes de móvil. Dijo que su marido podría haber descubierto los mensajes y haber sufrido un ataque de celos.
A partir de ese momento, se puso en marcha el dispositivo de colaboración de las policías española y alemana.