El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha nombrado al ex primer ministro británico Gordon Brown enviado especial de la ONU para la Educación Mundial, un cargo no remunerado desde el cual promoverá la iniciativa 'La educación primero', cuyo objetivo es que todos los niños reciban una educación de calidad.
"Como enviado especial, el señor Brown trabajará estrechamente con todos los socios para tratar de conseguir apoyo para la Iniciativa Mundial sobre Educación del secretario general ('La educación primero'), con la que se pretende que todos los niños reciban una educación de calidad, pertinente e inclusiva", dice el comunicado de la ONU que informa del nombramiento.
El comunicado indica que Brown se centrará en aquellos países donde hay una mayor tasa de niños que no asisten a clase, la mitad de los cuales viven en países afectados por conflictos. "Ayudará a conseguir un cambio, movilizar recursos y generar una financiación adicional y suficiente", añade.
El próximo septiembre, el antiguo primer ministro británico pondrá en marcha una campaña cuyo fin es obtener financiación para centros educativos y formar a dos millones de profesores.
A través de un comunicado, Brown señaló que espera tener tanto éxito en su tarea como el antiguo secretario general de Naciones Unida Kofi Annan y el expresidente estadounidense Bill Clinton, enviados especiales para Siria y Haití, respectivamente.
"Desde hace mucho tiempo tengo la ilusión de conseguir que todos los niños del mundo tengan la oportunidad de ir al colegio y aprender. La educación rompe el ciclo de la pobreza y ofrece unas perspectivas de salud y laborales mejores", afirmó.
Muchos creen que finalmente no se alcanzará a tiempo la meta de que para 2015 todos los niños del mundo puedan haber completado la educación primaria, que es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de la ONU.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) calcula que, si se mantiene la tendencia actual, para entonces no solo no habrá disminuido, sino que habrá aumentado el número de niños que están fuera del sistema escolar, que ahora asciende a unos 70 millones.
Según la UNESCO, los 46 países más pobres del mundo necesitan 16.000 millones de dólares (más de 13.064 millones de euros) al año para cumplir la meta relativa a la educación de los ODM. Sin embargo, tras la crisis financiera internacional que comenzó en 2008, los gobiernos solo estaban proporcionando una ayuda de 2.000 millones (más de 1.600 millones de euros).