La Comisión Europea (CE) rehusó hoy especular sobre un posible desmantelamiento de la troika dentro de las negociaciones con el nuevo Gobierno de Grecia, a la espera de la reunión el miércoles entre el presidente de la institución, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
"La CE permanece en contacto estrecho con el Gobierno griego. El primer ministro Tsipras llamó el sábado por teléfono al presidente Juncker y le esperamos aquí el miércoles a las 8.30 horas GMT", señaló el portavoz comunitario Margaritis Schinas, en la rueda de prensa diaria de la institución.
El portavoz recalcó que se han dicho muchas cosas durante el fin de semana al respecto, también los medios de comunicación, en referencia a unos artículos del diario alemán Handelsblatt y de El País que afirman que Juncker planea disolver la troika, formada por la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), no reconocida como legítima por Tsipras.
Para la CE, el punto de partida es la declaración del primer ministro Tsipras el sábado, en la que dijo que "confía totalmente en un pronto acuerdo que beneficie tanto a Grecia como a la Unión Europea (UE) en su conjunto y que tal acuerdo de ninguna manera implicará que Grecia no pague sus obligaciones respecto a la deuda al BCE y al FMI", señaló Schinas.
"Es exactamente sobre esta base para lo que estamos preparados para escuchar los planes concretos del Gobierno griego y de mantener una conversación constructiva sobre los próximos pasos, empezando este miércoles", afirmó el portavoz.
Destacó que antes de escuchar los planes detallados de Tsipras no deben "entrar en ninguna especulación o debate sobre qué podría ocurrir en algún momento" de las negociaciones, porque la CE quiere tener primero "un claro entendimiento" de lo que quiere Atenas, y después actuar en "asuntos específicos vinculados a un acuerdo global" con Grecia.
La CE espera así conocer los planes de Tsipras antes de que se celebre el lunes 9 de febrero, a medianoche, la votación de confianza al Gobierno en el Parlamento heleno, y antes de la primera cumbre europea del nuevo primer ministro griego en Bruselas el día 12.
El acuerdo actual entre la troika y Atenas es un contrato que implica por un lado a Grecia y por el otro a la eurozona y el FMI, recordó el portavoz, por lo que es "prematuro anticipar ahora nada que pudiera producirse después de la reunión del miércoles", sostuvo Schinas.
Eso sí, recordó que Juncker ya dijo en las orientaciones políticas que presentó el 15 de julio en el Parlamento Europeo de Estrasburgo que "en el futuro", deberían "poder sustituir la troika por una estructura dotada de mayor legitimidad democrática".
Ésta, agregó entonces el presidente de la CE, deberá rendir cuentas en mayor medida, basada en las instituciones europeas y sujeta a un mayor control parlamentario, tanto a nivel europeo como a nivel nacional".
"Esto es lo que tengo que decir, pero no entro en ninguna especulación antes de que se alcance un acuerdo global" con Grecia sobre el futuro del rescate, indicó Schinas, quien resaltó además que "todas las posibilidades que se discutirán requerirán el acuerdo unánime de los países de la eurozona".
El tiempo apremia en cualquier caso, porque el rescate actual expira el 28 de febrero.
Juncker propuso además que en el futuro cualquier programa de apoyo y reformas no solo sea sometido a una evaluación de la sostenibilidad presupuestaria, sino también a una evaluación del impacto social.