Decenas de personas murieron en un corrimiento de tierra en una mina de jade en el norte de Birmania (Myanmar), que alberga algunos de los mayores yacimientos de estas preciadas gemas en el mundo, informó hoy el portal Irrawaddy.
El accidente ocurrió el viernes en el distrito de Hpakant, en el Estado Kachin, situado a más de 1.000 kilómetros al norte de Rangún, la antigua capital, y cerca de las áreas donde el Ejército combate a la guerrilla kachin.
Al menos 114 personas murieron en otra mina de jade en Hpakang el mes pasado debido al derrumbe de una montaña desechos de tierra y piedras.
Los accidentes y corrimientos de tierras son habituales en las montañas de piedras y desechos de las minas donde miles de trabajadores irregulares escarban para encontrar vetas de jade.
Birmania contiene los mayores yacimientos de jadeíta, una variante de jade muy codiciada en China, donde en la antigüedad era conocida como la "piedra del Cielo".
Hay más de 3.000 concesiones de jade en Kachin, donde los paisajes lunares de cráteres y lagos dejados por las explotaciones pueden verse claramente en los mapas satélite de Google.
Tint Soe, un diputado elegido en el distrito de Hpakant las pasadas elecciones del 8 de noviembre, denunció recientemente la falta de medidas de seguridad y la destrucción medioambiental causada por los camiones y excavadoras de las minas de jade.
"Cerca de 400 millas cuadradas (643 kilómetros cuadrados) han quedado totalmente destruidas. Ahora hay agujeros y desechos de tierra. Es un desierto", aseveró Tint Soe al portal Mizzima.
El miembro del Parlamento, que no se formará hasta enero, afirmó que la población local no se beneficia de las minas, explotadas en muchos casos por empresas chinas.
Algunos expertos creen, que a pesar de la gran cantidad de yacimientos, el ritmo actual podría agotar el jade birmano en una generación.
El pasado octubre, la ONG Global Witness denunció que en el negocio del jade participan señores de la guerra, narcotraficantes y generales de la antigua junta militar, como su ex jefe supremo, Than Shwe.
La ONG aseveró que el comercio de estas gemas está valorado en unos 31.000 millones de dólares (unos 27.800 millones de euros), la mitad del producto interior bruto birmano y más del doble de las estimaciones oficiales.
El Ejército y la guerrilla del Ejército para la Independencia Kachin se benefician de la explotación de las minas mediante concesiones o la recolección de peajes e impuestos.
El jade, en su versión como nefrita o jadeíta, ha sido utilizado desde la antigüedad como piedras ornamental en distintas civilizaciones como la precolombina en Mesoamérica, donde era más apreciada que el oro.