El criminólogo y experto en yihadismo David Garriga ha advertido este sábado del riesgo que supone la falta de inversión en políticas de prevención para evitar la captación de jóvenes por parte de grupos terroristas como Estado Islámico o Al Qaeda, y ha lamentado que "en toda Europa no se esté invirtiendo nada" en esta materia.
A su juicio, lo más eficiente es ofrecer "otras opciones" a los jóvenes "para que no vean a este tipo de grupos como algo atractivo", y ha afirmado que "no vale de nada" el seguimiento de perfiles que hacen las Fuerzas y cuerpos de seguridad hasta el momento en que éstos se activan como terroristas, sino que "hay que actuar antes".
Psicólogo, criminólogo y experto en yihadismo, Garriga es ponente de un curso celebrado hoy en Benidorm sobre este tipo de terrorismo, seminario organizado por el sindicato de policías locales SIPOL y dirigido a profesionales y estudiantes en el ámbito de la criminología, psicología, medicina forense o derecho.
El ponente ha apuntado que, "sólo el año pasado, España tuvo 22 amenazas reales de yihadismo", y ha alertado de que "perdemos jóvenes que se radicalizan y compran estas marcas", de ahí que el objetivo del curso sea "explicar estrategias de detección para poder frenar el fenómeno".
Garriga ha explicado los métodos empleados por Estado Islámico (Daesh) para la captación: "Buscan los puntos débiles de la sociedad, perfiles con una mala adaptación. A las mujeres las enamoran con promesas de un marido fiel y una situación estable".
Según ha dicho, la captación se realiza habitualmente a través de las redes sociales, y "tienen reclutadores observadores, siguen a una persona, la seleccionan, y, cuando tiene algún tipo de bajón anímico, le empiezan a introducir ese pseudoislam. Ahí empieza la reprogramación y el lavado de cerebro".
En ese sentido, apunta que ahora esta fase de radicalización "supone un período más corto, existe la llamada radicalización exprés".
En cuanto a la formación contra este terrorismo, afirma que debe dirigirse a "profesores, enfermeros, médicos, trabajadores sociales, gente que ve el día a día. Y también la Policía local, que es la más adecuada para detectar la paulatina radicalización".
En su opinión, la actual situación de alerta "puede ir a más", pero aconseja "no vivir en el pánico, porque es lo que ellos buscan".
Respecto a Al Qaeda, recalca que, pese a haber perdido protagonismo en Oriente Medio, "sigue muy activo en África".
"Lo que sucede es que Daesh ha sabido vender mejor su producto", indica, y, como ejemplo, cita a Boko Haram, que "era una filial de Al Qaeda y ha jurado fidelidad a Daesh".
Sobre las fuentes de financiación de los grupos terroristas como Estado Islámico, incide en que "son capaces de autofinanciarse con los recursos que tienen", como el petróleo de las zonas conquistadas "o la venta de antigüedades de lugares arqueológicos que han saqueado".
En ese sentido, critica que sea "Occidente quien compra estas obras", y también cita la entrada de dinero procedente "de los impuestos a todos los que viven en sus territorios y el pago de rescates por los secuestros".