En el estado de Iowa, que abre el lunes la contienda de primarias para las Presidenciales de EEUU, los hispanos están poniendo el germen para ampliar la voz de una comunidad en crecimiento pese a que son generalmente ignorados por el circo político de estos días.
Con casi un 90 % de blancos, este estado del medio oeste, considerado clave en las elecciones presidenciales, se ha convertido en un laboratorio político para todo aquel con ambiciones de alcanzar la Casa Blanca, algo que pone a los hispanos en uno de los mejores exámenes de práctica de democracia estadounidense.
El objetivo es que en un estado con dos millones de votantes registrados, 10.000 latinos con derecho al sufragio participen, muchos por primera vez, en el complejo proceso del caucus, asambleas populares participativas cuya mecánica puede resultar extraña hasta al más ducho en cuestiones de participación política.
"Nos dimos cuenta de que de 8.000 puestos electos disponibles en el estado solo 12 estaban ocupados por latinos", explica a Efe Omar Padilla, que fundó junto con Rob Barron el Latino Political Network (LPN), una organización dedicada a enseñar a futuros líderes hispanos cómo organizar una campaña desde cero.
"Falta aún organización, que se aglutine y se movilice a los latinos para que se nos tenga más en cuenta", explica a Efe José Zacarías, exconcejal hispano de West Liberty, la primera localidad de Iowa que ha pasado a tener mayoría de población hispana.
La historia de Zacarías, que este lunes va a "hacer caucus" a favor del aspirante demócrata Bernie Sanders, es similar a la de muchos otros hispanos que recalan en las planicies del estado entre los ríos Misisipi y Misuri.
Llegó en 1984 a West Liberty atraído por el empleo en una fábrica de procesamiento de carne que desde 1930 había sido un imán para latinoamericanos, muchos de los cuales se han convertido generación tras generación en estadounidenses de pleno derecho.
"El mapa de plantas de procesamiento de carne en Iowa es el mapa de la concentración hispana. Estamos consiguiendo que esos latinos tengan voz", añade Padilla, quien asegura que la participación política este año es más alta que nunca antes.
Pero hoy por hoy los hispanos solo representan el 5,7 %, muchos de los cuales están aún sin capacidad de voto o inactivos políticamente, por lo que son ignorados en la mayoría de los casos por los innumerables eventos de campaña que se llevan organizando desde hace meses en los 28 condados del estado.
"Si no fuera por la llegada de inmigrantes, este estado no crecería al mismo nivel por la falta de mano de obra y la población envejecería y se reduciría", apunta Dave Swenson, profesor de economía de la Universidad Iowa State.
Eso hace que Iowa, como otras partes del país que se habían mantenido aisladas del influjo inmigrante, esté en las primeras fases en la construcción de la voz política latina.
La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos (LULAC) ha organizado una docena de caucus ficticios en todo el estado para que muchos hispanos participen en el caos ordenado que será el caucus del lunes.
El objetivo es que el lunes a las 7 de la tarde acudan a las asambleas populares en el apodado en círculos políticos como "primer estado del país (First in the Nation)", unos 10.000 hispanos, de un total de participantes que rondaría los 359.000.
El entusiasmo hispano, que se concentra en los demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders, ha contagiado al colombiano Juan Óscar Rodríguez, que en su emisora de radio la "Reina" intercala música norteña o salsa con programas para animar y educar a los hispanos en los pormenores de la participación política en Iowa.
"Iowa puede ser poco diverso pero es el 'primero del país' porque este es un laboratorio de la política, es una muestra para la nación entera y será el ejemplo de como los latinos avanzan en EE.UU.", remarca Padilla.