El ciclón Debbie, de categoría 4 de un máximo de 5, llegó hoy con fuertes vientos y lluvias torrenciales a la costa del noreste de Australia, donde miles de personas han tenido que ser evacuadas.
El ciclón tocó tierra entre las localidades de Bowen y Airlie Beach, en el estado de Queensland, con vientos de 270 kilómetros por hora cerca del centro después de azotar las turísticas islas Whitsunday y Hamilton.
El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, informó que "las condiciones se están deteriorando" antes de anunciar que el Ejército coordinará las tareas de rescate en Queensland cuando termine de pasar el ciclón.
Más de 38.000 personas se encuentran sin electricidad en Whitsunday y en Mackay a causa de la tormenta, que se desplaza lentamente en tierra firme derribando árboles.
En Bowen la fuerza del viento arrancó los techos de algunas edificaciones e hizo volar los escombros por los aires.
"Puedo escuchar los árboles que comienzan a pasar. Da miedo. Los árboles se están derribando (...) si estamos a la mitad, cuando haya pasado (el ciclón) por completo será devastador", dijo una vecina de Proserpine a la cadena local ABC
El Debbie, que ha obligado a evacuar unas 30.000 personas de zonas bajas del litoral, no será rebajado a tormenta tropical hasta el miércoles al mediodía, según estimó el gerente de los Servicios de Emergencia de la región norte, Dale Camp.
"Se debilitará a un sistema de baja presión pero existe la posibilidad de que se desplace por la costa más abajo (al sur) y que afecte a Bundaberg y la Bahía Hervey", indicó Camp
De momento se desconoce el alcance de los daños ocasionados por el ciclón, aunque las aseguradoras ya lo han declarado como catástrofe.
Las autoridades estiman que el Debbie habrá sido el ciclón más potente en afectar Australia desde el Yasi, que en 2011 generó un oleaje que causó numerosos daños en el litoral.