Las autoridades holandesas dieron por terminada la amenaza terrorista en Rotterdam, de la que alertó España, aunque la Policía investigará ahora los motivos que llevaron a un holandés de 22 años a dar un falso aviso que provocó la suspensión de un concierto en la ciudad.
"Estamos muy interesados en escuchar (del joven holandés) por qué ha cometido esta idiotez. Estamos esperando eso y entender por qué nos ha obligado a cancelar el concierto en el Maassilo (sala de conciertos de Rotterdam)", afirmó hoy el ministro de Seguridad y Justicia, Stef Blok.
El ministro habló de "un mensaje muy alarmante" difundido por el joven arrestado y argumentó que, "desafortunadamente, a veces hay que tomar este tipo de medidas", en referencia a la cancelación del concierto de rock previsto para la tarde de ayer en Rotterdam.
Según Blok, el mensaje de "alerta", combinado con otra información que estaba en manos de las autoridades, era "muy preocupante", y eso llevó al Ayuntamiento de Rotterdam y a la Policía a tomar medidas de precaución.
Justificó que "siempre es necesario estudiar si deben tomarse acciones, pero desafortunadamente, en este momento con un nivel de amenaza tan significativo, a veces se toman medidas" estrictas como la cancelación del concierto.
"Por suerte, la amenaza no se ha materializado, pero alguien que está difundiendo este tipo de cosas no puede estar suelto", dijo el ministro, en una entrevista con la radio holandesa BNR.
Blok se negó a dar más detalles sobre el detenido y advirtió de que la investigación aún sigue en marcha y la Policía siguen interrogando al arrestado.
El joven de 22 años fue detenido la pasada madrugada por miembros de las fuerzas antiterroristas, quienes irrumpieron en su casa, en Brabante (sur), tras recibir información sobre su relación con la amenaza terrorista.
La Policía holandesa recibió ayer una advertencia de la Guardia Civil española sobre un supuesto "acto con violencia" contra el concierto de la banda de rock estadounidense Allah-Las en Rotterdam.
El alcalde de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, ordenó la cancelación de todos los eventos que acogía la sala de conciertos al considerar que la información ofrecida por España era "lo suficientemente seria".
Esta alerta terrorista también llevó a la detención de un ciudadano español que conducía ebrio una furgoneta con matrícula española, en la que transportaba varias bombonas de gas.
El conductor estaba dando vueltas en la misma zona, lo que levantó las sospechas de las autoridades.
Un portavoz de la Policía informó a Efe de que no encontraron nada sospechoso en casa del español ni en su vehículo, más allá de los bidones de gas "para los que tenía una explicación razonable" que la autoridades estaban intentando corroborar.
"Fue un caso de hombre equivocado, en el lugar equivocado y el momento incorrecto, y de buenos agentes de la policía, pero la investigación continúa", dijo hoy el jefe de la Policía en Rotterdam, Frank Paauw.
El conductor español sigue retenido por la Policía, que aún comprueba los motivos que alegó para justificar la presencia de esa carga de gas en el vehículo y cerca de la sala de conciertos Maasilo.
El "nombre de la banda" californiana, Allah-Las (que se refiere al nombre de "dios" en árabe), hizo también "elevar las alarmas" sobre un posible atentado terrorista contra su concierto, afirmó Paauw.
El alcalde Aboutaleb ofreció reorganizar el concierto cancelado ayer "como sea posible" y a expensas de la Policía, porque, lamentó, la cancelación "ha causado que unos 900 asistentes" no pudieran asistir al evento.
En un comunicado, los miembros de la banda de rock lamentaron lo ocurrido y agradecieron a las autoridades holandesas la protección del grupo y de sus seguidores.
