Las autoridades de Tokio anunciaron que la capital entrará este lunes en la segunda fase de un calendario de remisión de las restricciones
Las autoridades de Tokio anunciaron que la capital entrará este lunes en la segunda fase de un calendario de remisión de las restricciones que estaban vigentes para luchar contra la pandemia de cornavirus, al reducirse progresivamente el número de infectados.
El anuncio fue hecho por la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, en una rueda de prensa que ofreció cinco días después de que quedara levantado el estado de emergencia sanitaria que estaba vigente en Japón desde el 7 de abril.
A partir de esa decisión del Gobierno de Shinzo Abe, las autoridades locales han ido modificando sus respectivas directrices con el fin de regresar progresivamente a la normalidad.
En Tokio, por ejemplo, desde el lunes se había entrado en la fase 1, que, entre otras cosas, permitía a los bares y restaurantes funcionar hasta las diez de la noche, aunque se mantenían cerrados los cines y teatros y se restringían las actividades comerciales.
Al entrar este lunes en la fase 2, volverán a funcionar las academias privadas para actividades extraescolares, se permitirá que comiencen a funcionar cines y teatros, y los comercios podrán abrir sin limitaciones.
Hay una tercera fase, aún pendiente de determinar su fecha de entrada en vigor, que extiende los horarios de los bares y restaurantes hasta la medianoche y permite la apertura de las populares salas de máquinas de juegos ("Pachinko"),
No obstante, en esa fase 3 aún se mantendrán cerrados las salas de karaoke, los gimnasios y los llamados "hostess bars", los lugares más proclives a propagar las infecciones.
"UNA REALIDAD INEVITABLE"
A pesar de la remisión en estas restricciones, Koike pidió la colaboración de la ciudadanía porque, dijo, "mientras no haya una vacuna, todo depende de la voluntad y el comportamiento de cada uno".
"Debemos acostumbrarnos a tener una vida diaria con coronavirus. Es una realidad inevitable", añadió.
Según los últimos datos oficiales, la COVID-19 ha afectado en Japón a cerca de 17.000 personas y ha causado 874 muertos. Sólo en Tokio, una ciudad de 14 millones de habitantes, los contagiados han sido 5.194 y los fallecidos 299.
A pesar de que quedó levantado el estado de emergencia el lunes, las autoridades están preocupadas por un posible repunte y están siguiendo de cerca dos brotes recientes, uno en un hospital de Tokio y otro en la ciudad suroccidental de Kitakyushu, donde ha habido 43 infectados en los últimos seis días.
El caso de Tokio comenzó cuando uno de los empleados del Hospital Central de Musashino, en el oeste de la zona metropolitana, dio positivo de SARS-CoV-2 el 21 de mayo y se comprobó que había contagiado a cuatro trabajadores y cinco pacientes.
"Estamos un poco preocupados, pero se trata de menos de veinte casos (diarios), aunque lo estamos vigilando (...). Es difícil, porque se trata de un enemigo invisible, pero seguiremos con la idea de que tenemos que vivir con el coronavirus", agregó.
Por primera vez en muchos días, Koike compareció en la rueda de prensa que suele ofrecer los viernes sin la mascarilla que utilizó en ocasiones anteriores, y pareció nerviosa cuando se dio cuenta de que había comparecido ante los periodistas con los labios sin pintar.
"Claro, ya hace tiempo que no me pinto (por debajo de la mascarilla). Me han dicho que está difícil la venta de cosméticos", bromeó la gobernadora de Tokio y una de las figuras políticas más destacadas en el país.