La Unión Europea mira de reojo al fármaco ruso Sputnik V, que ha irrumpido en el debate sobre la escasez de vacunas en la UE con la llegada de 40.000 dosis a Hungría, al margen del esquema conjunto de compras de la Comisión Europea, y con la publicación de los datos de efectividad del 91,6 % en The Lancet.
"Todas las vacunas se evalúan en base a la evidencia y los datos científicos respecto a su seguridad y eficiencia, una vez que se presenta una solicitud a la Agencia Europea del Medicamento (EMA)", declaró este martes en rueda de prensa la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.
La vacuna rusa no ha presentado esa solicitud, pero sí está en contacto con la EMA. El desarrollador de la Sputnik V solicitó el 21 de enero "asesoramiento científico" a esa agencia para "facilitar" su programa de desarrollo del fármaco y acercarlo a la legislación comunitaria, en lo que se interpretó como primer paso para buscar respaldo al uso de su vacuna en la UE.
En un contexto de escasez que ha llevado a algunos líderes a tender la mano al fármaco de Moscú, la comisaria insistió este martes en que "cualquier vacuna, sea la rusa o cualquier otra, sería evaluada con esos datos como todas las demás".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, no ha cerrado la puerta a la Sputnik V, si se trata de una "decisión científica", y la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, ha dicho en una entrevista con Efe en Budapest que "todas las vacunas son bienvenidas" para el objetivo de "vacunar a toda la población, a la europea, pero también a toda la población del mundo".
Aunque por ahora la UE sólo ha aprobado para su distribución en sus países miembros las vacunas de Pfizer-BioNTech (EEUU/Alemania), Moderna (EEUU) y AstraZeneca y la Universidad de Oxford (Reino Unido), Hungría empezará a vacunar a sus ciudadanos con el fármaco ruso.
INYECCIONES RUSAS EN HUNGRÍA
Budapest recibió este martes las primeras 40.000 dosis de los dos millones de Sputnik V que ha comprado y las autoridades húngaras han comprado cinco millones de dosis del fármaco chino Sinopharm, que tampoco ha autorizado la EMA.
Se añaden a los 19 millones de dosis que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha encargado a Bruselas a través del mecanismo de compras conjuntas a una serie de laboratorios occidentales, como Pfizer, Moderna, AstraZeneca, CureVax o Sanofi-GSK.
Orbán ha justificado la aplicación de vacunas de Rusia y China para contrarrestar los retrasos en las entregas de los viales occidentales encargados para toda la UE, situación de la que ha responsabilizado a la Comisión Europea, que preside Ursula Von der Leyen.
Bruselas no quiere que las capitales negocien con los laboratorios con los que trata la CE, como Pfizer o Moderna, pero no se opone a que los países compren dosis de otras vacunas, sabiendo que las autorizaciones de la EMA "están cubiertas por la responsabilidad de la UE" a través de los contratos con los laboratorios mientras que el resto de fármacos "quedan fuera" de esa cobertura.
En esos contratos, además, la CE exige que los laboratorios tengan plantas de producción en territorio comunitario para evitar problemas de suministro ante hipotéticas restricciones por la pandemia, condición que no cumpliría el fármaco ruso.
SPUTNIK V
Bautizada así en homenaje al primer satélite artificial de la Tierra, soviético, la vacuna Sputnik V fue aprobada por las autoridades rusas en agosto y presentada a bombo y platillo en televisión por su presidente, Vladimir Putin.
Se trata de una vacuna de dos partes o componentes que incluye dos vectores de adenovirus -rAd26-S y rAd5-S- que han sido modificados para expresar la proteína S del SARS-CoV-2, una técnica utilizada ya antes con seguridad.
El análisis provisional de los datos del ensayo en fase III revisados por pares y publicados por la revista médica británica The Lancet sugieren que es seguro y que dos dosis ofrecen una eficacia del 91,6 % y apuntan a que la protección que en mayores de 60 años se eleva al 91,8 %.
Eso situaría la eficacia de la vacuna rusa ligeramente por detrás de los fármacos de Pfizer-BioNTech y de Moderna, con un 95 y un 94,1 % de eficacia, respectivamente, y basados ambos en la innovadora tecnología de ARN mensajero. Pero estaría por delante de la que ha desarrollado el laboratorio AstraZeneca junto a la Universidad de Oxford, que tiene una eficacia del 60 % en menores de 55 años.
Ese laboratorio, cuya vacuna se basa como la rusa en el adenovirus, que suele ser el responsable del resfriado en los chimpancés, anunció en diciembre que haría estudios combinados con la vacuna Sputnik para ver si ayuda a mejorar su efectividad.
La efectividad de la vacuna rusa también supera, a priori, la efectividad del 66 % mostrada en estudios preliminares por el fármaco que ultima Johnson & Johnson (EEUU), que aún no ha pedido autorización a la EMA pero que fuentes europeas esperan pueda estar aprobado en la UE para "mediados de febrero".
LA VACUNA RUSA EN EL MUNDO
Además de en Hungría, según el Fondo de Inversiones Directas de Rusia, la vacuna Sputnik V se ha registrado ya en Venezuela, Argentina Bolivia, Paraguay, Serbia, Bielorrusia, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Armenia, Turkmenistán, Guinea, Túnez, Argelia y Palestina.
Se espera que pronto lo hagan también Brasil y México, lo que convertirá a América Latina en una de las regiones donde más se comercializará el fármaco ruso.
Entre los países latinoamericanos que ya la ha autorizado, Argentina fue el primer en recibirla, el pasado 24 de diciembre, Bolivia ha obtenido las primeras dosis y Venezuela también ha anunciado suministros.
GEOPOLÍTICA Y VACUNAS
Rusia parece estar ganando por ahora a la UE la batalla geopolítica de la pandemia, en la que los países compiten por demostrar quién es capaz de controlar antes al virus y por el desarrollo de un fármaco eficaz.
Moscú se ha adelantado a la UE con su vacuna en los Balcanes occidentales y en el norte de África, las dos regiones vecinas por las que ambos bloques compiten desde hace décadas intentando ampliar su área de influencia, al igual que en América Latina.
Los ministros de Exteriores de la UE abordaron en enero la cuestión de cómo ofrecer la vacuna al resto del mundo a través de COVAX, la alianza internacional para la distribución del fármaco a los países en vías de desarrollo, que Bruselas se ha esforzado por impulsar.
"No estamos interesados en esta particular batalla" sobre la diplomacia de la vacuna, señalan fuentes europeas sobre un tablero geopolítico en el que, para mayor complicación, las relaciones entre Rusia y la UE ya eran tensas y no parecen haberse relajado con la condena a tres años de cárcel contra el líder opositor ruso Alexéi Navalni, que esta noche ha desatado una oleada de disturbios en Moscú.