En una fecha como hoy, más de cien años después de los hechos que dieron lugar a la primera conmemoración por Naciones Unidas en 1975 del Día Internacional de la Mujer, no podemos hablar aún de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.A pesar de los avances logrados,es esta una jornada adecuada para hacer balance de los logros conseguidos y para fijar nuevas metas.

Sabemos que no es posible hablar de libertad si no contamos con la participación activa y en condiciones de igualdad de toda la población. La mejora del empleo femenino, la conciliación y la unidad en la lucha contra la violencia de género son misiones capitales de nuestro tiempo.Nuestra Constitución proclama que entre mujeres y hombres no cabeningún tipo de discriminación, pero  debemos reconocer que, entre la ley y el día a día, hay un largo trecho.

Hay que ser conscientede que  los derechos de la mujer no pueden resultar un mero concepto o un deseo, sino una de las fuerzas positivas que definan nuestro mundo.

Para ello, es muy recomendable conocer más y mejor lo que tantas féminas de nuestra pasada Historia han ido forjando con su esfuerzo y su valentía. Y con esa noble intención, ven la luz en la editorial Anaya dos atractivos volúmenes.

     “Pioneras” de Espido Freire, se presenta bajo el subtítulo de “Mujeres que abrieron camino”, y recorre la trayectoria de una veintena de admirables mujeres españolas e hispanoamericanas: destacaron en sus profesiones y fueron un ejemplo a seguir en la lucha contra los desequilibrios sociales y políticos. De entre ellas, valga mencionar a a Beatriz Galindo, salmantina del siglo XV que tuvo como alumnas a cinco reinas: Isabel la Católica, y sus hijas Catalina, reina de Inglaterra, y Juana, reina de Castilla; e Isabel y María que lo fueron de Portugal.

Y memorar, también, la labor de otras tantas como Martina Castells, la primera española que consiguió doctorarse en Medicina. O Clara Campoamor, defensora con uñas y dientes -y un inolvidable discurso en el Congreso de los Diputados-del derecho al voto femenino. O Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz por su denuncia y defensa de las campesinas y trabajadoras de sus compatriotas guatemaltecas. Junto a ellas, Isabel Barreto, Matilde Montoya, Eulalia Guzmán, Carmen de Burgos, Federica Montseny, Josefina Vicente, Gabriela Mistral, Carmen Conde,EdurnePasabán…, completan esta nómina ejemplar llena de ingenio y de talento.

     “Mujeres de la cultura” de Rosa Huertas reúne diez relatos sobre mujeres de nuestro país que desarrollaron su labor a finales del siglo XIX y principios del XX. Sus nombres están asociados al progreso y a la imprescindible contribución al ámbito de la erudición y de la educación en España.

Y así, protagonistas tan célebres como la pintora María Blanchard, las escritoras Elena Fortún, Emilia Pardo Bazán, Concha Méndez, María Teresa León y María Moliner, la actriz María Guerrero, la pensadora María Zambrano…, desfilan por estas páginas.

    En suma, dos lecturas muy idóneas para conocer de primera mano la constancia y el tesón de estas vigentes heroínas.Y que ayudarán, a buen seguro, a tomar conciencia de que una sociedad moderna como la nuestra, no puede aceptar hoy día los agravios comparativosaún existentes.