Este jueves zarpa desde la Base de Rota la Fragata ‘Numancia’, que por segunda vez participa en la Operación Sophia de la Unión Europea con el claro cometido de luchar contra “las mafias que trafican con las personas del Norte de África”. Durante cinco meses, una dotación de 215 personas estará navegando por las aguas del norte de Libia donde también, siguiendo los preceptos legales, cumplirán con el cometido humanitario de rescatar a las personas que tantas y tantas veces aparecen en los informativos de televisión montados en pateras tanto neumáticas como de madera. Una imagen escalofriante donde se estrenará el Segundo Comandante, Alfonso Carrasco, quien zarpa con un sentimiento contradictorio, por un lado la tristeza de dejar en Cádiz a la familia durante tantos meses y por otro las ganas de empezar una operación en la que llevan muchos meses trabajando.
En estos días se encontraban rematando los detalles como la transformación del pañol de torpedos en una sala de enfermería digna de elogio. Un barco nacido para la guerra acaba convirtiéndose en la mejor opción para salvar vidas de muchas personas que buscan un futuro mejor. Pero es tanta la cantidad de personas a las que atender, especialmente en los momentos en los que el mar invita a salir en las neumáticas, que deben organizarse y para ello llevan muchos meses adiestrándose para obtener la certificación de este proceso en concreto.
Son 215 personas las que viajan a bordo de la ‘Numancia’, entre tripulación, un equipo de Infantería de Marina y una unidad aérea, que se encarga con el helicóptero de explorar la zona por donde van navegando, explicaba el oficial Borja Carrín. Acompañando al barco español van embarcaciones de otras nacionalidades. Alfonso Carrasco recalca que “el número de rescates en la mar se ha reducido en los últimos tiempos. Se ha tratado con Libia que aumenten el control de sus fronteras, pero hace un par de semanas la fragata ‘Santa María’ rescataba a más de 400 personas”.
Todo bajo control
Todo el personal tiene muy claras cuáles son sus competencias y misiones desde que zarpa de la costa española. Para que no haya ningún incidente durante la travesía, la organización está estudiada al milímetro, explicaba Alfonso Carrasco. En el momento en el que se alerta de un caso de Safety Of Life At Sea (SOLAS), “nos dirigimos a la máxima velocidad hacia donde nos han indicado”. Entonces, se arrían dos embarcaciones que se acercan hasta la lancha que transporta inmigrantes y les ofrecen chalecos salvavidas, porque “hay muchas ocasiones en las que no llevan ni eso”. Se va aproximando a esas personas rescatadas hasta la fragata y acceden a la ‘Numancia’ por una escala. Lo primero que se hace es facilitarles mantas y ropas de abrigo, puesto que algunos vienen sin apenas ropa.
A partir de ahí se ha marcado un circuito, de tal manera que las mujeres embarazadas y las personas heridas se trasladan directamente a la enfermería donde se cuenta con un equipo médico formado por un teniente reservista y una capitán enfermera. Tras estos cuidados, se dividen los grupos entre mujeres y niños y hombres. Los primeros de ellos se quedan en el hangar exterior que hace menos frío y los hombres se quedan en cubierta. Dentro del operativo planteado para la dotación, existe también la filiación, que son los datos que toma el personal de la tripulación de las personas que han embarcado: origen, sexo o edad, para facilitarlo después en el puerto en el que desembarcan -generalmente italiano- y trasladarlo también a la Unión Europea.
Los rescatados están a bordo entre 18 y 20 horas, en las cuales, como contaba María del Mar Gutiérrez (cabo 1ª), son tantas las necesidades cuando vives esos momentos que cualquier ayuda es buena e imprescindible.
Cuando se busca la sonrisa de los más pequeños
La dotación se encontraba en pleno periodo de alistamiento previo: con el embarque de víveres, repuestos de oficina, combustible, reparando las averías... La puesta a punto tenía como objetivo zarpar el próximo jueves 10 de mayo camino de las aguas del Mediterráneo para participar en la Operación Sophia. Una labor que se centra en la lucha contra el tráfico ilegal de personas. En su segunda andadura, con este cometido, tanto la dotación como sus familiares han decidido poner en marcha una campaña solidaria paralela para hacer más fácil la vida de las personas que protagonizan los casos SOLAS (Safety of Life at Sea).
Ropa de abrigo y juguetes para distintas edades y para conseguir que el periodo de embarque hasta llegar a puerto sea más agradable para los recién embarcados. Los colegios Grazalema de El Puerto y La Salle de Sanlúcar de Barrameda son los protagonistas de esta iniciativa para quitar el frío y conseguir que los más pequeños se sientan reconfortados.
Muchas familias se han implicado en esta idea, que a buen seguro dibujará una sonrisa en esos pequeños rescatados de las aguas por la dotación de la fragata.
María del Mar Gutiérrez, cabo 1º de la dotación, recuerda que en 2016 “fuimos un poco a ciegas porque lo que teníamos más cercano era alguna experiencia en el Estrecho, pero hasta que no lo vives no eres consciente. Es como si fuera una película”. En la primera intervención, “rescatamos a más de un centenar de migrantes y pusimos en marcha el voluntariado para poder organizarnos mejor dentro de la dotación”.
Cuando estás con estas personas es cuando comprendes que “vivimos en el lujo. Para mí es la navegación más difícil pero la más gratificante”.
