La crisis provocada por el Covid-19 está teniendo efectos devastadores en el tejido empresarial granadino, puesto que la paralización de la actividad económica tras la declaración del estado de alarma se ha traducido en el cierre de más de 3.400 empresas de la provincia, que han visto imposible mantenerse a flote y conservar el empleo en un escenario de cero ingresos marcado por la incertidumbre y la inseguridad jurídica.
La estadística de empresas inscritas en la Seguridad Social, que publica mensualmente el Ministerio de Trabajo, revela que desde el 29 de febrero hasta el 31 de marzo ha desaparecido un 11,7 por ciento de las compañías que operan en la provincia, según los datos facilitados en una nota por la Confederación Granadina de Empresarios (CGE).
De hecho, según los datos estadísticos del Ministerio de Trabajo, Granada es la tercera provincia española más perjudicada por la paralización de la actividad durante las dos primeras semanas del estado de alarma, solo por detrás de Jaén, que ha perdido casi un 17 por ciento de su tejido empresarial, y Córdoba, que contaba al cierre de marzo con un 13,2 por ciento menos de empresas inscritas en la Seguridad Social que en febrero.
Este descenso histórico en la provincia granadina, que coincide con las restricciones de actividad y movimiento decretadas el 14 de marzo para frenar la expansión del coronavirus, supone la pérdida de 3.472 empresas con trabajadores en alta laboral.
Granada ha pasado de contar con 29.563 compañías en activo a tener únicamente 26.091, una cifra que deja el tejido productivo de la provincia 'tocado' y a niveles del año 2013, uno de los peores ejercicios de la anterior crisis económica.
Los datos reflejan "la dura realidad a la que se enfrentan las empresas, especialmente las pymes y micropymes, que son las que conforman el grueso del tejido empresarial de Granada", explica la secretaria general de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), María Vera.
"La paralización total del turismo y el comercio menor, las restricciones de movimiento y las dificultades de acceso a materiales y a equipos de protección a las que desde el principio se han enfrentado sectores clave como la construcción y la industria han abocado al cierre a miles de empresas", indica Vera.
La estructura empresarial de Granada hace a la provincia aún más vulnerable ante crisis sobrevenidas como la del coronavirus. "Los autónomos, las micropymes y las pymes tienen más complicado adaptarse a las nuevas circunstancias, y en la mayoría de los casos no disponen de departamentos jurídicos y laborales que puedan reaccionar con agilidad para acogerse a las distintas medidas puestas en marcha por las administraciones públicas", asegura la secretaria general de la CGE.