"Me satisface que el Capitán vaya a tener su película, que espero con impaciencia. No he visto más que lo que ha visto todo el mundo, pero los que andan metidos en ello son jóvenes y están llenos de ilusiones", elogia Mora (Barcelona, 1931) al equipo encabezado por el director Antonio Hernández, responsable del filme.
Exceptuando a "Mortadelo y Filemón", pocos tebeos se han incrustado en el imaginario popular como "El Capitán Trueno", cuyas aventuras empezaron a publicarse en 1956. "Esto es una cosa... Se han hecho muchas ediciones, y hoy todavía colea", apunta el escritor.
"Pero he publicado mucho más, por ejemplo unos treinta libros, que no tienen nada que ver con los cómics. Género difícil este de los cómics, que también he practicado viviendo en Francia y que, desde luego, siempre me ha divertido mucho", señala.
Comprometido hombre de izquierdas, Mora no se libró de visitar la cárcel. La tirada semanal del Capitán rozaba los 300.000 ejemplares, pero al franquismo no le importó este éxito editorial y encerró al creador, por "comunista y masón", durante algunos meses de 1956.
Lejos de reparar en momentos agrios, el autor se queda con los instantes que le endulzaron la vida, como el día en que descubrió el potencial de Trueno. "Acababa de salir el número 12 y, junto al gran dibujante Ambrós (Miguel Ambrosio Zaragoza, 1913-1992), comprendimos que habíamos dado en el clavo. El resto fue cuestión de muchísimo trabajo", afirma.
Pero tuvo que haber algo más, enormes cantidades de talento en este caso, para alumbrar una saga que sigue vigente más de medio siglo después de su nacimiento. "Es difícil contestar a esta pregunta... Quizás los lectores de antes no tenían tantas cosas como hoy, por ejemplo la televisión a todas horas", sugiere Mora.
"Por otra parte, y esto lo digo con toda modestia, 'El Capitán Trueno' aportaba un lenguaje en cierta manera nuevo, y yo hacía viajar al lector por todo el mundo, que, aunque someramente, le era explicado en las páginas del tebeo", añade.
El escritor contesta a las preguntas a través del correo electrónico, acompañado como siempre por Armonía, su esposa y cómplice durante tantos y tantos años. Junto a ella ha realizado Mora la práctica totalidad de su obra, que ahora se completa con la reedición de "Nuevas aventuras de Dick Turpin" (El Patito).
"Como trabajo de cómic, lo colocaría entre mis libros muy mayores, ya sean de los publicados en España o en el extranjero", proclama el guionista, que en este tebeo narra las peripecias del bandolero inglés del siglo XVIII Richard Turpin y sus ataques contra los poderosos que se internaban en el bosque de Epping.
El proyecto vio la luz en 1969 a iniciativa de Josep Toutain, fundador de la agencia Selecciones Ilustradas y de la editorial Toutain. "Josep era amigo mío y me pidió que hiciera estas aventuras. Como no tenía ninguna documentación fidedigna al margen de nombres geográficos, me lo tuve que inventar por completo", recuerda Mora.
"En esas páginas puse todo lo que sabía como buen guionista de aventuras que era. Siempre me lo tomaba muy en serio cuando me encargaban algo. Además, la época en que se desarrolla me gustaba", recuerda el autor, que sólo tiene palabras de alabanza para el dibujante del tebeo, Santiago Martín Salvador (Madrid, 1935).
"No estaríamos hablando de todo esto si no fuera por sus espléndidos dibujos. He tenido la desgracia de ver mis ideas destrozadas por algún que otro dibujante sin gracia; que me perdonen, pero la vida es así", sentencia Mora.