El pasado 14 de agosto se produjo en la Base Naval de Rota la sustracción de dos carreteles de cable, de unos 150 metros de longitud y un peso 6.000 kilos cada uno. Este material eléctrico, empleado para proporcionar corriente de tierra a los buques atracados, se encontraba en uno de los muelles.
La Armada solicitó actuación judicial, poniendo los hechos a disposición de la policía judicial de la Guardia Civil para su esclarecimiento.
La investigación llevada a cabo por la Armada, en colaboración con la Guardia Civil, ha determinado la presunta implicación de un militar destinado en la Base Naval hasta el mes de julio y actualmente en situación de “pendiente de asignación de destino”, dependiente de la Oficina de Apoyo al Personal en Rota.
Las pesquisas realizadas han determinado también que el militar investigado venía realizando con anterioridad venta de cobre a una chatarrería de la zona.