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Viernes 01/11/2024
 

San Fernando Cofrade

El legado de Alfonso Berraquero García, la eterna deuda de La Isla

En 1974 realizó su primera imagen, la Virgen de la Salud y desde ahí su carrera artística creció fuera de las fronteras isleñas.

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  • Alfonso Berraquero. -

Alfonso Berraquero García, escultor, nacido en San Fernando el 12 de septiembre de 1941, hijo del profesor y académico de San Romualdo, Diego Berraquero Miril y de Elvira García, falleció el pasado domingo, celebrándose la misa de córpore insepulto el pasado lunes en la iglesia de la Divina Pastora, que se quedó pequeña para despedir al Hijo Predilecto de San Fernando. Tras ello, el cadáver fue incinerado y ahora se espera conocer dónde se depositarán las cenizas.

Alfonso Berraquero, maestro de educación, como su madre Elvira y licenciado en Bellas Artes, realizó su primera imagen en 1974, correspondiendo a una bella Virgen que tomó la advocación de Virgen de la Salud y que desde entonces es la cotitular de la hermandad del Ecce Homo.

Un año después, en 1975, realizó la imagen del Cristo de la Buena Muerte de Servitas. si bien en lugar de en madera, lo realizó en fibra de poliéster.


No vivía de la escultura, sino de su trabajo como profesor, aunque en los años 80 comenzó un gran despegue como imaginero. En 1982 realiza las imágenes de Jesús del Soberano Poder en su Prendimiento y de la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos para dos nuevas hermandades en la parroquia del San José Artesano del Parque.  Desde siempre, estuvo ligado a la hermandad del Ecce Homo, que en 1966 lo nombra mayordomo honorario, además de a la hermandad del Santo Entierro, la Orden Servitas y Misericordia.

Era consciente de la penuria económica de las incipientes hermandades, a las que ofrecía el trabajo incluso en ocasiones perdiendo dinero. Ante todo, escuchaba el deseo de quiénes le pedían un trabajo, realizaba varios bocetos, tanto a lapiz como en barro y daba a elegir. A partir de ahí trabajaba contra el reloj que supone la Cuaresma o la Semana Santa.

Pero a Alfonso Berraquero no sólo se le deben imágenes religiosas. De él destaca en San Fernando la imagen de Camarón de La Isla que preside el mausoleo del cementerio, diseñado por un amigo como Manolo Correa.

También es autor del monumento a la libertad de prensa. Amante de la libertad y de la naturalidad del ser humano, Berraquero siempre idealizó la figura humana. También fue el autor de numerosas tallas para pasos y altares, que tallaba Manuel Guzmán Bejarano, modelos para Jesús Domínguez y realizó el giraldillo de Carmona.

Una casa de puertas abiertas y siempre llena

Alfonso Berraquero García tiene su casa familiar en la calle Bonifaz. Resulta inconfundible por su fachada e incluso por su azotea. Siempre fue una casa de puertas abiertas, incluso cuando su madre Elvira vivía con él.

Grandes tertulias se han celebrado en el patio de la casa en noches de verano. Tertulias donde no faltaba la crítica y las risas, pero sobre todo la franqueza de Berraquero y sus hospitalidad.
No quería un calle a su nombre. Para ello decía “no me vale que me pongan una calle para que dentro de unos años lleguen otros y me la quiten. Eso no vale para nada”.

El díscípulo reconocido
De Alfonso Berraquero han bebido la práctica totalidad de los escultores, ceramistas e imagineros de San Fernando, sin embargo para Berraquero su discípulo era Joaquín Domínguez Vidal, que realizó la imagen de Judas para el Prendimiento y que ahora tiene el reto de completar el misterio de la hermandad de la Humildad y Paciencia. Pero de Alfonso Berraquero han aprendido también Juan Pérez Bey, Antonio Aparicio Mota, Antonio Alías de la Torre, Juan Carlos García Díaz y Jesús Vidal González, entre otros, porque Alfonso realizaba tanto escultura, modelado o retablos cerámicos.

Berraquero era tan claro que a pesar de ser criticado duramente en el año 95 por la restauración de la Caridad y por la imagen del Resucitado, sabía perdonar e ignorar las críticas que sólo pretendían destruirle. Ahí está la hemeroteca que refleja lo acontecido en los 90 con la restauración de la Caridad, siguiendo los deseos de la junta de gobierno, así como con la realización de la original imagen de la Resurrección.

Su casa era la casa de todos. Rebosaba de gusto en paredes, pasillos e incluso patio. Allí acudían día a día muchísimos amigos, pues se caracterizaba por una gran hospitalidad y desenfadada amabilidad.
Cada 15 de agosto la casa era un hervidero. Mientras se esperaba la llegada de la Divina Pastora Berraquero. Desde su azotea se ha cantado, se ha realizado una lluvia de pétalos y se han ofrecido piropos a la Virgen.

El fallecimiento del que fuera fundador de Mater Amábilis y profesor de Inglés, Rafael Miguel García Sánchez o el fallecimiento del bordador y cofrade Manuel Fraga Gómez, supuso un gran mazazo para Alfonso Berraquero. El Hijo Predilecto de San Fernando no quiso nunca formar parte de la Academia de San Romualdo, en la que sí estuvo su padre Diego Berraquero Miril. E incluso aquejado de su enfermedad, atendía compromisos.
 

 


 

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