"Entiendo que no soy merecedora de ningún premio, pero estoy agradecida. Y si a alguien se lo tengo que agradecer es a mis padres porque me criaron en esa cuna maravillosa de lo que es el verdadero flamenco. Así que va por ellos".
Y Juana Fernández de los Reyes levantó el Premio Cruzcampo en su segunda edición y lo ofreció a sus ancestros en el mismísimo patio de la Venta de Vargas de San Fernando, ese mismo patio en el que sentó cátedra de cantaora pura en la noche del 13 de agosto dentro de la programación de La Isla Ciudad Flamenca.
El jurado consideró que Juana la del Pipa "expresa un cante puro y es su cante como los de antaño, el eco, el metal caja tan dorada que puede desprender la cantaora, la hace única. Su actuación estuvo marcada por la pureza del flamenco, dejando claro una visión arraigada del mismo".
Este jurado designado por la Isla Ciudad Flamenca para el II Trofeo Cruzcampo y el I Premio Topulic Joven Talento, estuvo formado por Juan Carlos Rodríguez Martínez, presidente de la Peña Flamenca de León y David Aglow, productor documentalista flamenco, siendo testigos Juan Antonio Iglesias Trisko, socio fundador de la Asociación Flamenca la Fragua e ideólogo del premio Topulic Joven Talento; Antonio Mota, escultor y también miembro fundador de la Asociación La Fragua; Javier Fernández, co-creador y coordinador de La Isla Ciudad Flamenca y Lolo Picardo, gerente de la Venta de Vargas y co-creador del Festival La Isla Ciudad Flamenca.
En la primera edición del Premio Topulic Joven Talento, se concede a artistas de 16 a 29 años (según la Ley de Juventud promulgada por Las Cortes), profesional o aficionado en la guitarra, cante o baile y que haya participado durante el festival.
La ganadora de este galardón fue la bailaora chiclanera Macarena Ramírez, por sus actuaciones tanto en el Patio del Colegio San José, como en sus apariciones "apoteósicas" en la Venta de Vargas junto a Miguel Rosendo y la guitarra de Juan Jose Alba.
Por último el jurado reconoció el esfuerzo de dos jóvenes bailaoras destacadas de la ciudad de San Fernando y propusieron una Mención especial para alimentar sus ganas de seguir en el arte del flamenco. Ninguna de las dos, por sus edades, podían optar al premio. Las Menciones La Isla Ciudad Flamenca fueron para las bailaoras Paula Sierra y Coral Castilla.
El acto
Esa fue la ceremonia de entrega de premios propiamente dicha. Pero el acto comenzaba con la intervención de Javier Fernández, Chico, alma mater de ese gran festival de 42 días que llena el verano de la ciudad, dándolo por concluido y reconociendo que los resultados invitan a poner en marcha la quinta edición. Unos resultados que se centran en captar la atención de aficionados de fuera, de España y del extranjero, para dar a conocer el flamenco de La Isla y a los flamencos de La Isla.
El primer teniente de Alcaldía, Fran Romero, agradeció el esfuerzo de La Isla Ciudad Flamenca por promocionar el cante, el baile y el toque como señas de identidad de San Fernando y la alcaldesa, Patricia Cavada, se comprometió a prestar más ayuda a un acontecimiento que se está cimentando lenta pero inexorablemente y al que este año le han faltado esos dos grandes festivales de cante y de baile que precisamente contaban con la participación directa del Consistorio. Y que por eso eran gratis.
El momento más emotivo de ese mediodía en la Venta de Vargas fue cuando la madre de Topulic accedió, por invitación de Javier Fernández Chico, a entregar el premio que lleva el nombre de su hijo, tristemente desaparecido, cuyo recuerdo ya había hecho llorar a Chico en los prolegómenos de su intervención.
Luego llegaron las fotos de familia y por supuesto, las de las jóvenes promesas con una cantaora tan grande y tan gitana como Juana la del Pipa, esa que suena a flamenco gitano hasta hablando... por teléfono.