El pasado domingo, coincidiendo con el vigésimo aniversario del Mundial de Atletismo celebrado en el Estadio de la Cartuja en 1999, el Zurich Maratón de Sevilla experimentó en su trigésima quinta edición el cambio más sustancial de los últimos años con el traslado de la salida y la meta al mismo punto, en este caso al Paseo de las Delicias, a la altura de la Glorieta de Buenos Aires.
Se prescindió, por obligación, de la meta en el estadio. Esa imagen icónica se perdió, pero se ganó en comodidad para todos los atletas y mayor animación en la recta final. El rediseño del circuito, más plano incluso que el anterior y también más rápido al eliminarse diez curvas (ahora son 33), favoreció la presencia de más público en los últimos kilómetros y, también, mejoró las marcas de los corredores.
Este año, El Club Carmona Páez ha estado representado por un gran elenco de atletas que han completado esos 42 kilómetros de manera satisfactoria;
Manuel Remesal marcó un crono de 02:50; Miguel Cabrera hizo 03:05, después de haber estado lesionado y casi ver peligrar su participación en la prueba; Fernando López hizo el recorrido en 03: 44; Luis Barranca marcó 03:42; Aurora Bustelo lo hizo en 03:45.46; Jesús Bravo paró el crono en 03:55.35; Eva Herráez hizo 04:04.58; Jose Rapp marcó un tiempo de 04:15.24; Isabel María García, 04:21; José Romero, 04:23.25; María Oliva Guerra, 04:27.43; Enrique Fernández, 04:42.01; Carlos Mínguez, 04:56.25