El relevo generacional al frente de las plantaciones de viñedo en Andalucía es una problemática que cada año se ve agravada. La dimensión de este asunto se constata con las autorizaciones que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural acaba de conceder para nuevas plantaciones de viñedo. En la comunidad autónoma se han autorizado 26 nuevas solicitudes para plantaciones de viñedo en todo el territorio andaluz, cuya orden reguladora fue publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, haciendo especial hincapié en la incorporación de los jóvenes agricultores al campo y, en este caso, al cultivo de la vid.
Según el BOJA, en esta adjudicación, de la que se han beneficiado 26 viticultores, a los jóvenes agricultores se les ha concedido el 100% de lo solicitado, mientras que al resto de peticionarios se les ha adjudicado un 53,01%.
Estas autorizaciones son gratuitas para los adjudicatarios, que tendrán un plazo de tres años para realizar la plantación de viñedo. A partir del 1 de enero de este año ha entrado en vigor el nuevo sistema de autorizaciones de plantaciones de viñedo, con el que desaparecen las Reservas Regionales de derechos de viñedo y las transferencias de derechos entre agricultores.
“Pese a que se incentiva por parte de la Administración con ayudas que alcanzan los 7.000 euros, una cantidad importante, lo cierto es que no consiguen captar a nuevos viñistas”, constata el secretario general de COAG en la provincia de Cádiz, Miguel Pérez.
Una realidad que, de continuar, pondría en peligro el mantenimiento del viñedo en el Marco de Jerez y en toda Andalucía.
Los propios viñistas son conscientes de esta situación. La mayoría de quienes actualmente trabajan el campo están ya en edad de jubilarse, pero, en la mayoría de los casos más por cuestiones sentimentales, de continuidad de la tradición, que por motivos económicos, siguen al frente de sus hectáreas de viñedos, un cultivo que precisa de cuidados específicos durante prácticamente todo el año y cuyos réditos económicos “no dan para mantener una familia”, explicaba el propietario de varias aranzadas de viñas en el pago Maína, en Sanlúcar.
Otros cultivos
Pese a las ayudas puestas en marcha por la administración andaluza para incentivar una de las actividades más arraigadas en la localidad, pocos son los jóvenes agricultores que optan por la vid, prefiriendo otros cultivos como el algodón o la remolacha.
