El alcalde de Sanlúcar, Víctor Mora, inauguró las nuevas naves de la Cooperativa Agraria Virgen del Rocío de La Algaida. La entidad pone en marcha un nuevo centro de manipulación de 2.700 metros cuadrados, tras recibir una subvención de los fondos ITI para cubrir el 50 por ciento del coste de los trabajos. Se ha actuado sobre zona de 15.000 metros que ha sido alquinatrada.
Además de la máxima autoridad municipal estuvieron presentes el presidente de la empresa, Juan Manuel Jiménez con los miembros de su junta directiva, el primer teniente alcalde, Javier Gómez Porrúa, el delegado especial de La Algaida, Rafael Louzao, y el personal de la cooperativa y miembros de otras empresas de la zona. Se dieron cita en este acto unas 900 personas.
Una vez en las nuevas instalaciones se dio a conocer por parte del alcalde y del presidente una placa conmemorativa para recordar este día, se cortó la cinta, se mostró un video de la historia de la Cooperativa Virgen del Rocío que fue realizado por Rafael Santero y a continuación tuvo lugar la cena que fue ofrecida por Catering Chacón. También se programaron unas actuaciones.
Favorecer la ampliación de estas instalaciones agroindustriales era un compromiso del Gobierno local, y tiene su origen en el cultivo del boniato, un tubérculo cada vez más demandado en Europa Central como sustituto de la patata, y del que La Algaida es uno de los principales centros de producción de la provincia, donde se encuentran la mitad de las dos mil hectáreas de este cultivo que hay en Cádiz.
El objetivo de las cooperativas es exportar el boniato envasado para llegar directamente al consumidor. Virgen del Rocío SCA y Frusana, que también ha ampliado sus instalaciones, están cultivando esta campaña 500 hectáreas de boniato cada una, con una producción final de 40.000 toneladas. El boniato, aparte del aumento de oportunidades comerciales, es un cultivo que conlleva otras grandes ventajas para las industrias manipuladoras y comercializadoras. Es un cultivo de primavera-verano que es compatible con otras hortalizas, ya que se complementan en el tiempo, de manera que estas industrias pueden trabajar prácticamente durante todo el año, lo que provoca que el empleo pase de ser temporal a indefinido, obteniéndose empleos de calidad y duraderos.
Desde el punto de vista de empleo, una hectárea de boniato necesita en su producción de 120 jornales directos lo que supone 120.000 jornales en Sanlúcar con un costo de entorno a 1.000.000 euros. Además, en la industria, la manipulación, envasado y comercialización dura unos 90 días, desde septiembre a finales de noviembre, necesitándose en cada cooperativa un total de 250 jornadas de trabajo de 8 horas cada una, con un coste de 1.200.000 en total.
A ello hay que añadir los puestos de trabajo indirectos que implica: Venta de semillas, abonos, fitosanitarios, transporte etc. En resumen, las dos cooperativas demandarán 120.000 jornales en el campo y 500 de ocho horas en la industria, cuadruplicando la generación de empleo actual. Una cooperativa que nació en el año 1961 y que por lo tanto tiene 58 de existencia. Con el paso del tiempo fue aumentado sus ventas y de hecho actualmente cuenta con la subasta de productos agrícolas más importante de Andalucía. Con esta amplicación, lo que pretende es mejorar su productividad y manipulación.