La desestructuración de la gestión de los residuos urbanos en la provincia de Sevilla, cuyo gran exponente es las irregularidades detectadas en la Mancomunidad de Los Alcores con su planta de Montemarta-Cónica gestionada en prórroga forzosa por Aborgase desde 2016, ha llevado a la Diputación a plantear la creación de un consorcio que permita organizar las diferentes unidades de gestión, coordinar los servicios y, especialmente, optar a fondos públicos que permitan cumplir con las diferentes directivas europeas en materia de residuos.
Según la Diputación, el consorcio permitiría la optimización de la gestión de los residuos urbanos y daría garantía de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera al futuro sistema de cooperación territorial. Aunque tenga personalidad jurídica plena y capacidad de obrar, es un instrumento de gestión compartida de competencias que permitiría a los entes locales mantener su titularidad y “gestionar servicios y actividades de interés común, como es la gestión de los residuos urbanos en clave de calidad del servicio y eficiencia en el gasto”.
Un consorcio permitiría crear y explotar infraestructuras de gestión, tratamiento, clasificación o vertederos, además de prestar servicios como recogida de residuos municipales, la gestión de puntos limpios o las estaciones de transferencia, fundamental en localidades de pequeño tamaño o más alejadas de las infraestructuras.
Aspecto fundamental es el acceso a la financiación. Fondos de resiliencia, la próxima convocatoria de los Feder, los nuevos PERTE… relata Regla Martínez, responsable de Servicios Públicos Supramunicipales de la Diputación, sobre las posibilidades de financiación para adaptarnos a las nuevas directivas europeas y a las que se podría optar a través de este consorcio.
“Hay mucho que hacer”, reconocía Martínez, que puntualiza que el objetivo de la Diputación con el Plan de Residuos No Peligrosos de la Provincia es “reorganizar” la desestructuración que ha provocado que cada “uno haya ido por su lado”, aunque la idea es partir de las siete unidades de gestión actualmente establecidas e integrar. “Que las unidades estén bien delimitadas y que el Consorcio provincial sirva de coordinación”, es su resumen.
Su apuesta la respaldan con presupuestos: 154,8 millones de euros en inversiones para infraestructuras con el horizonte del año 2035. Para nuevas infraestructuras se incluyen 104,6 millones, 73 de ellos para biorresiduos, y 50,1 para mejoras en las ya existentes, de las que la mayor partida (44) para las de fracción resto.
Pero además, se contemplan 15,2 millones al año para la implantación de la recogida selectiva de biorresiduos, ya sea a través del quinto contenedor o con el sistema puerta a puerta, además de casi 52 millones para costes de explotación, reposición y mantenimiento a futuro.
Las instalaciones
La planificación de la Diputación de Sevilla contempla el establecimiento de cinco centros de tratamiento en la provincia, manteniendo y mejorando los cuatro ya preexistentes que cuentan con Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB), Planta de Clasificación de Envases (PCE) y vertedero, como son las de Montemarta-Cónica (para la que se propone su remodelación completa); La Vega, Campiña 2000 y Matagrande; y se incluye la ya remodelada de Espartinas y una futura planta de clasificación en Sevilla capital.
También contempla nueve estaciones de transferencia, las siete actuales (Sevilla, Carmona, Lebrija, Lora del Río, Constantina, El Saucejo y Écija), y dos nuevas, La Vega y Montellano, además de la remodelación ya hecha en Bollullos y Espartinas.
El plan incluye siete plantas de tratamiento de biorresiduos recogidos de forma selectiva, apostando por de forma preferente las plantas de compostaje, aunque se abre la puerta a la digestión anaeróbica “si se demuestra su viabilidad económica y técnica”. Así, se contemplan las cuatro existentes en cada centro de tratamiento (Montemarta, La Vega, Matagrande y Campiña 2000), una en el perímetro este de la ciudad de Sevilla, otra en Espartinas y una planta de autocompostaje en la ET de Constantina.
Con respecto a los puntos limpios, el plan contempla el acondicionamiento de los 78 existentes, más la creación de otros 20 fijos y otros siete móviles.