La Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado adjudicar a la empresa Joaquín Pérez Díez por 774.585 euros el proyecto de restauración de las cubiertas y las fachadas de San Hermenegildo, en la Plaza de la Concordia. En total, se presentaron cinco ofertas a esta licitación. El plazo de ejecución de las obras es de un año. La formalización del contrato tiene fecha del pasado 2 de junio, según la información publicada de la licitación y resultado de la mesa de contratación en la plataforma del Estado.
La restauración de las cubiertas y las fachadas llegan tras una primera intervención de urgencia llevada a cabo por Urbanismo en 2020 para solucionar "problemas puntuales" de desprendimientos. Tras diversos análisis constructivos, arqueológicos y patológicos, el Ayuntamiento había detectado que las cubiertas presentan "daños que repercuten en la estanqueidad y estabilidad estructural del inmueble".
De este modo, "se ha constatado la necesidad de detener el deterioro" que sufre la bóveda encamonada bajo la cubierta a consecuencia de la entrada de aguas para preservar las pinturas y relieves de gran valor que se encuentran en este elemento. De esta forma, se llevará a cabo el desmontado por completo de toda la cubierta de madera y de las cubriciones y muretes laterales para colocar nuevos refuerzos metálicos y proceder a su restauración integral. En cuanto al lucernario, Urbanismo ha optado por la sustitución completa de éste al encontrarse muy deteriorado y generar la entrada de aguas a su interior.
Como complemento a la restauración de las cubiertas, se plantea también la ejecución de una nueva red de saneamiento. Asimismo, se restaurarán también las cornisas que rematan la antigua iglesia, que serán objeto de una actuación integral. Finalmente, el proyecto incluye la restauración de las fachadas, sobre las que se harán trabajos de limpieza, conservación y reintegración. La antigua iglesia de San Hermenegildo, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1959, lleva dos décadas cerrado sin que apenas se haya actuado en el inmueble, excepto las citadas obras de urgencia que se llevaron a cabo en 2020 para solucionar los problemas puntuales de desprendimiento en las fachadas.