La Asociación de Gestores de Residuos (Agresur) ha denunciado que la nueva ordenanza municipal de limpieza y gestión de residuos, que se encuentra en periodo de alegaciones, “criminaliza y margina aún más” a los chatarreros, multando la recogida y recepción de metales en lugar de regular esta actividad, como ha propuesto esta asociación.
Agresur ha anunciado que presentará alegaciones a la ordenanza y ha denunciado que, a pesar de la buena acogida que han tenido sus propuestas en otras administraciones, el delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, “ni siquiera nos ha recibido”, según la asociación, que defiende el “alivio económico” que supone esta actividad para este sector de la población.
Su propuesta incluye un registro de todos los recogedores de chatarras, que se asociarían; la obligación de cumplir con la normativa medioambiental (lo que incluye llevar los residuos a chatarrerías legales) y la prohibición de “meterse en los contenedores”, uno de los aspectos que más se ha destacado de la ordenanza municipal.
Según Agresur, el problema de los chatarreros “es como los gorrillas, no les importan las multas porque no tienen nada que perder”, al igual que las chatarrerías ilegales, que siguen funcionando porque “cierran y montan otra al lado”. Eso se evitaría si, argumentan, se regulara su actividad mediante un carné que sí perderían “si meten la mano en el contenedor”.
Para Agresur, la ordenanza que pretende aprobar el Ayuntamiento incrementaría la marginalidad de este sector de la población, aumentaría el descontrol de los residuos (aseguran que ellos hacen posible que el 100% de los metales se reciclen) y provocaría el cierre de pequeñas y medianas chatarrerías cumplidoras, dadas de alta como centros gestores de residuos.
Apuntan que Lipasam no asume ese servicio en la actualidad y que el ciudadano será el que deberá llevar al punto limpio la sartén o el tenedor que quisiera tirar. Al final, si firma un contrato con mayoristas, adelantan, “se pulirá al resto, a los recogedores y a las chatarrerías”.