La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a un joven de 20 años de edad, que ya ha ingresado en prisión por orden judicial, que se había convertido en un activo tironero que operaba en el barrio de Nervión y asaltaba a mujeres de avanzada edad a quienes no dudaba en causar lesiones para robarles joyas y efectos de valor que llevaran encima como bolsos o teléfonos móviles.
Según informa la Jefatura Superior en un comunicado, la investigación permitió además detener a una segunda persona que se encargaba de vender las joyas de oro en los establecimientos dedicados a la compra-venta de este metal aportando su identidad para cubrir al autor material de los robos.
Los investigadores tuvieron conocimiento de los hechos a través de las denuncias interpuestas por las víctimas, en su mayoría mujeres de avanzada edad, que habían sufrido lesiones físicas a causa de la violencia empleada por un joven para robarles sus pertenencias.
MISMO PERFIL DE VÍCTIMAS
Según la Policía, el autor de los robos actuaba generalmente en la misma zona, sus víctimas atendían a un mismo perfil --ancianas que portaban consigo joyas o efectos valiosos como bolsos o teléfonos móviles-- y no dudaba en emplear la violencia sin mediar palabra para conseguir su objetivo.
Ante el número de robos cometidos por este procedimiento de los que los agentes habían tenido conocimiento y gracias a la información aportada por las víctimas, se inició una investigación que dio lugar a un dispositivo policial para tratar de identificar, localizar y detener al autor de estos hechos.
Tras varios días de vigilancia y despliegue de efectivos en la zona se localizó a un joven de unos 20 años que atendía a las características aportadas por las víctimas y que acababa de cometer un nuevo robo con violencia mediante el procedimiento del tirón, por lo que se procedió a su detención y a la recuperación de los efectos sustraídos.
RECUPERADA UNA CRUZ DE ORO VALORADA EN 3.000 EUROS
Con el autor de los hechos detenido, se inició una segunda fase de la investigación para localizar los efectos sustraídos y entregarlos a sus legítimos propietarios. Así, los agentes descubrieron la participación de otra persona que se encargaba de recepcionar las joyas de oro sustraídas para darles salida en el mercado de segunda mano a través de establecimientos dedicados a la compra-venta de este metal y que igualmente fue detenido.
Dado que las actuaciones para la recuperación de las joyas debían realizarse sin demora para evitar una posible pérdida por fundido o venta en el mercado negro, los agentes establecieron un dispositivo en torno a este tipo de establecimientos donde consiguieron recuperar gran parte de las joyas, entre ellas una cadena con una cruz maciza de oro valorada en 3.000 euros.
Los dos detenidos, que no contaban con antecedentes policiales previos, fueron puestos a disposición judicial decretándose el ingreso en prisión del autor material de los robos con violencia. La investigación sigue abierta para localizar más efectos sustraídos, la posible participación de otras personas u otros robos que no hubieran sido denunciados.
