La lluvia ha condicionado, y mucho, el desarrollo de la Feria de Abril de 2016, porque aun habiendo ganas de fiesta, la meteorología ha influido tanto que las buenas expectativas que, por ejemplo, tenían los hosteleros, se han visto congeladas y hasta han descendido entre un 5 y un 10%. Eso sí, cuando el sol ha dominado, los sevillanos, y los foráneos, se han echado al real y este domingo se ha vuelto a llenar, especialmente la Calle del Infierno.
Será ésta una de esas ferias que se recuerden por los chaparrones, especialmente intensos en la tarde-noche del viernes y la tarde del sábado, que desmerecieron el intento del delegado de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, de reponer los farolillos la mañana del viernes. La reposición en algunas zonas duró poco y ni uno vivo ha quedado en las calles del Real.
El martes y el sábado han sido, sin duda, los dos peores días en el Real de Los Remedios, como reconocía ayer el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia, Pedro Sánchez Cuerda, que ha cifrado entre un 5 y un 10% el descenso en las ventas -del Real y del resto de los establecimientos de la ciudad- con respecto a las registradas en 2015.
Con todo, sí que reconocía Sánchez Cuerda que este año se ha registrado una mejora en las ventas en los establecimientos cercanos a la plaza de toros de la Maestranza, extremo que ha achacado a la mejora en la “calidad” de los carteles taurinos.
Lo cierto es que la Maestranza ha sido uno de los puntos habituales de actuación de la Policía y rara vez no se han detectado e impedido las reventas. El sábado, por ejemplo, se levantó un acta y se incautaron dos entradas, mientras el viernes fueron cuatro las actas levantadas y seis las entradas incautadas.
El sábado, debido a las intensas lluvias, también se registraron menos intervenciones en el Real, que se saldó con un solo detenido frente a los ocho que se registraron el viernes. El sábado fueron 76 las denuncias interpuestas, 114 incidencias gestionadas, a las que hay que sumar las 173 sanitarias (frente a las 236 registradas el viernes, de gran afluencia hasta la tarde) y se incautaron 30 kilos de productos alimenticios.
Los tenderetes
Aunque no es un hecho novedoso, sí que ha llamado este año poderosamente la atención la proliferación de tenderetes ilegales, especialmente por las zonas en las que se congregaba mayor juventud, sea en el Real o en las calles aledañas, que han sido tomadas -en determinadas horas- por hordas de jóvenes haciendo botellón. Controlado y sin incidencias a destacar, pero botellón al fin y al cabo. De hecho, el propio Ayuntamiento reconoce que del sábado se retiraron 1.500 kilos de residuos de las calles más cercanas al real. Y eso que fue una jornada lluviosa.
Tras las denuncias de las asociaciones de consumidores, se ha intensificado las actuaciones para terminar con la venta ambulante de alcohol: frente a las cinco mesas y ocho carritos con diferentes bebidas alcohólicas y refrescos que se intervinieron el sábado, fueron 40 los puntos de venta ilegales “neutralizados” por la Policía.
De hecho, era habitual verlos en grupos de tres y salir disparados en apenas un minuto, sin que existiera rastro del tenderete, cuando avistaban algún policía haciendo su ronda. Diez metros más adelante, había otro tenderete en el que abastecerse, especialmente el viernes e incluso bajo la lluvia.
El botellón contrasta con el esfuerzo que se realiza con los controles de alcoholemia, lo que repercute en un mayor uso de los transportes públicos. De hecho, el sábado la Policía Local realizó 256 pruebas de alcoholemia y sólo cuatro fueron positivas, y de las 1.344 realizadas el viernes (Guardia Civil incluida), fueron 27 las positivas, ni el 2% de las realizadas.
De sábado a sábado gusta al hostelero
Pedro Sánchez Cuerda, presidente de los hosteleros, considera “positiva” la idea de que la Feria trascurra de sábado a sábado, porque “puede ayudar a que se incremente el turismo nacional, que además de acudir al recinto ferial también visita los negocios hosteleros del casco histórico”.