La Autoridad Portuaria de Sevilla, presidida por Rafael Carmona, está instalando actualmente un vallado en el lateral norte del puente basculante de las Delicias de unos 129 metros de longitud y tres metros de altura, al objeto de impedir que en el marco de la práctica del botellón en el entorno del puente, algunas personas accedan a los espacios de dicha zona pertenecientes al Puerto y ocasionen "desperfectos" en el mobiliario, según han indicado a Europa Press fuentes de la institución portuaria.
El citado puente, construido entre 1988 y 1990, en la era de la exposición universal de 1992, fue sometido durante 2018 a unas importantes obras de modernización y mejora, al objeto de acabar con sus entonces frecuentes averías en los mecanismos de alzado de sus tableros.
Aquellas obras fueron adjudicadas por la Autoridad Portuaria de Sevilla como propietaria de esta infraestructura a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Apimovilidad, Imesapi y Ecocivil, por casi tres millones de euros.