Se ha hecho esperar pero este miércoles, en la
Delegación de Parques y Jardines, se ha presentado el
Plan Director del Arbolado 2019-2039, cuyo resumen ejecutivo ya está publicado en la página web municipal www.sevilla.org/servicios/medio-ambiente-parques-jardines. También se ha publicado el inventario del arbolado "que pertenece al Ayuntamiento de Sevilla por estar integrado en el viario o en las zonas verdes de la ciudad cuyo mantenimiento sea de responsabilidad municipal", aclara la Delegación.
Este documento cifra en
13.000 los alcorques vacíos en la ciudad, donde hay
235.000 árboles censados, tanto públicos como privados. El objetivo que se fija el Plan director es reducir esos alcorques vacíos hasta dejarlos en un 3% del total del arbolado (7.050 en números absolutos), lo que significaría reducirlos en más de la mitad.
"Es un desafío", ha reconocido Laura Mendiburu-Eliçabe y Ure, de la empresa Tecnigral, encargada de la redacción del Plan. En el desglose por distritos, en el puesto más alto de la tabla lo ocupa Cerro Amate, con un 17,05%. El que menos alcorques vacíos tiene es Los Remedios, con un 3,92%. A Cerro Amate le siguen Sur (14,66%), Norte (14,40%). Bellavista (9,03%), Triana (8,84%), Este (7,35%), Nervión (6,87%), Macarena (6,68%), San Pablo (6,27%), Casco Antiguo (5,71%) y, por último, Los Remedios ya citado.
Otra de las medidas que plantea el documento es
ir sustituyendo la plantación de naranjos por otras especies de igual tamaño y floración a fin de poder combatir mejor el cambio climático y prevenir a la ciudad de plagas y enfermedades a las que esta especie es más vulnerable. De hecho, los estudios técnicos sugieren que de una misma especie no haya más de un 10% plantado. En el caso del naranjo ("una excepcionalidad propia de Sevilla. Especie emblemática ligada a la imagen de la ciudad", tal y como recoge el resumen ejecutivo del Plan), ese porcentaje es del
25%.
Hay distritos donde esa presencia llega a alcanzar el 40%, caso del Casco Antiguo, Nervión, Macarena y San Pablo San Justa.
El Ayuntamiento se compromete con este Plan director a "analizar calle a calle" para ver dónde habrá que ir haciendo esa sustitución natural del naranjo por otras especies. Porque, como así ha remarcado el alcalde, no se trata de arrancar naranjos, sino de que en las nuevas plantaciones que haya que ir haciendo se usen especies diferentes. Especies, han insistido, que sean menos vulnerables al aumento de las temperaturas y a periodos de sequía. De hecho,
el 20% de las especies de la ciudad (253) son vulnerables al cambio climático.
El Plan cifra en
6.660 los ejemplares que, de hecho, presentan una "mayor sensibilidad", y que están de manera mayoritaria concentrados en los distritos de Triana, Bellavista y Norte. En el extremo opuesto, Los Remedios, Amate y Nervión. El objetivo es "fomentar la biodiversidad con un total de 300 especies distintas, con 80 especies diferentes de arbolado en cada distrito".
Las especies más comunes en Sevilla son naranjo, ombú, magnolio, ciprés, jacarandá, árbol de las lianas, palmera datilera y álamo.
En un horizonte temporal de 20 años, el Plan Director busca con las
115 propuestas recogidas
aumentar en cinco puntos la cobertura verde de la ciudad, hasta situarla en un 25%. La cifra actual es "un punto de partida bueno", ha señalado Mendiburu. De hecho, Sevilla está en la horquilla de ciudades como Nueva York (21%) y Madrid (26%) y por encima de Barcelona (15%), Londres (14%) y Córdoba (11,5%), por poner algunos ejemplos.
Para ello, harán falta campañas de plantación ambiciosas. En campaña electoral para los comicios municipales del pasado mayo, el entonces candidato y ahora alcalde por segundo mandato consecutivo planteó 5.000 árboles nuevos al año. Árboles que se destinarán a ir reduciendo el número de alcorques vacíos pero también a los nuevos desarrollos urbanísticos. Cabe recordar que el Plan Municipal de Vivienda prevé 3.500 pisos nuevos en la ciudad en 2023; a las que hay sumar las promociones privadas, caso de las 2.000 viviendas proyectadas por Metrovacesa en Palmas Altas. La Delegación de Parques y Jardines está consultando con expertos cuáles serían
especies arbóreas con más capacidad para absorber C02, especies que actuaran como sumideros.
Estado de los árboles de la ciudad
El diagnóstico realizado al arbolado del viario de la ciudad desvela que
el 35% del mismo tiene un estado inaceptable, es decir, que "no es compatible con el espacio disponible porque es claramente insuficiente para su desarrollo". El 22,89% y 34,34%, respectivamente, tienen un estado aceptable y adecuado. Por distritos, sólo Triana dispone de un arbolado cuyo estado esté por encima del aprobado. Cuatro distritos suspenden, caso de Casco Antiguo, Macarena, Bellavista y Los Remedios. El resto cuentan con un arbolado cuyo estado es deseable y mínimo aceptable, según los parámetros del Plan Director. El 71,5% de los árboles del viario urbano y zonas verdes son maduros, el 22%, jóvenes; el 3,5%, viejos y el 3% están recién plantados.
Las debilidades del arbolado de la ciudad no sólo son la excesiva presencial de especies, como el caso del naranjo, o la inadecuación del arbolado. También se detecta un
problema de plagas en especies como el platanus hispanica y una baja calidad de la planta ("falta de un vivero que produzca planta de calidad", dice expresamente el informe ejecutivo).
Con el Plan, se fijan directrices de actuación también para los momentos de obras, de forma que se sepa cómo actuar para proteger los árboles de la agresión de las máquinas. Asimismo, se plantea que el árbol sea un elemento esencial a la hora de diseñar nuevas urbanizaciones de espacios y una
revisión del protocolo de talas.
Motivos para talar un árbol
El Plan Director señala que un árbol debe ser talado cuando el pie del mismo esté seco o muerto; exista riesgo de caída; su coste de conservación sea mayor que el beneficio que proporciona; y tenga una enfermedad infecciosa grave. También hace mención a que el árbol podría ser talado en caso de que haya una obra de interés público con beneficios que superen los aportados por el ejemplar. Por último, deja claro que hay un "falso mito" sobre el hecho de que no se puede podar "en verde", "lo que no siempre es cierto".
El alcalde de la ciudad,
Juan Espadas, ha pedido que este documento sirva para
zanjar "debates de confrontación" en torno a la conservación y mantenimiento del patrimonio natural de la ciudad. Ha prometido una labor "pedagógica" en torno a la sustitución de especies tradicionales en la ciudad, como el naranjo, por otras más adecuadas y, sobre todo, recursos humanos y económicos a través del Presupuesto 2020 para hacer realidad todos estos objetivos.
Ha mantenido que este Plan director será pieza clave para la candidatura de capitalidad verde europea y ha anunciado que, en las campañas de plantaciones se está trabajando con las empresas para que se involucren económicamente a cambio de "mecanismos de compensación" en cuestión de emisiones de CO2. El documento se enmarca en los objetivos de Desarrollo Sostenible, el Plan Estratégico Sevilla 2030, la declaración de emergencia climática del Pleno y el nuevo pacto verde promovido desde la UE.