"El síndrome del bebé zarandeado es un maltrato porque un adulto aplica una fuerza desproporcionada sobre un bebé de forma violenta"
Zarandear al bebé para que deje de llorar puede provocar secuelas cerebrales muy graves e incluso la muerte, de hecho "no es la violencia física más frecuente" contra los niños "pero sí la que causa más muertes y más secuelas”, según la doctora Anna Fàbregas, del Hospital Vall d’Hebron.
Este hospital ha puesto en marcha un programa para informar a los que acaban de ser padres y madres de los riesgos de este maltrato, puesto que el zarandeo no solo no sirve para calmarlo, sino que le puede provocar secuelas cerebrales muy graves e incluso la muerte.
Los zarandeos provocan que la cabeza del bebé sufra movimientos de aceleración y desaceleración rápidos que, a causa del gran tamaño de la cabeza en proporción al resto del cuerpo y a una musculatura aún muy débil del cuello, facilita que se produzcan lesiones cerebrales.
Es lo que se conoce con el nombre de traumatismo craneal abusivo o síndrome del bebé zarandeado, y tiene como síntomas más frecuentes la hemorragia cerebral y de la retina, fracturas óseas y secuelas neurológicas.
“Zarandear a los bebés no es la violencia física más frecuente que se ejerce contra los niños, pero sí la que causa más muertes y más secuelas”, ha destacado este martes la doctora Anna Fàbregas, adjunta del Servicio de Pediatría y coordinadora del equipo del equipo EMMA de atención a las violencias hacia la infancia de Vall d’Hebron.
En todo el mundo, uno de cada cuatro niños que sufre este tipo de violencia muere y, de los niños supervivientes, aproximadamente un 65-80 % presentan secuelas.
En los últimos once años, Vall d’Hebron ha atendido 27 casos de niños con traumatismo craneal abusivo, lo que representa una media de entre dos y tres casos al año.
En la primera mitad de 2022 se han duplicado hasta cinco los casos, aunque, al tratarse de cifras tan bajas, esta variación no necesariamente supone un cambio de tendencia, puntualizan los expertos de Vall d’Hebron.
De estos 27 casos en once años, el 78 % fueron niños y el 74 % de menos de 6 meses de edad, y la clínica más habitual por la cual las familias acuden a urgencias es por convulsiones.
Un 40 % de los pacientes pediátricos presentaron al alta algún tipo de déficit cognitivo y, de los 27, dos fallecieron.
“El síndrome del bebé zarandeado es un maltrato porque un adulto aplica una fuerza desproporcionada sobre un bebé de forma violenta, aunque el objetivo no sea hacer daño, sino que deje de llorar”, ha indicado el jefe de sección de neonatología del hospital barcelonés, César Ruiz.
Para este facultativo, “no es lo mismo que abusar sexualmente o pegar a un niño o una niña, porque todo el mundo sabe que con esto provoca daño, sino que es una mezcla de maltrato y negligencia, por un supuesto desconocimiento de las consecuencias que puede tener”, ha agregado Ruiz.