Los Mossos d'Esquadra han detenido a los integrantes de una banda que se dedicaba a asaltar a traficantes de droga, con el arresto de siete personas en la comarca del Baix Llobregat (Barcelona), han informado este miércoles fuentes policiales.
La investigación se inició tras un tiroteo en septiembre de 2013 en Pallejà (Barcelona) cuando a plena luz el ocupante de un vehículo disparó a otro tras una discusión por una transacción de droga en un polígono de la ciudad, y que derivó en una persecución entre los dos turismos hasta llegar a la autovía A-2.
Los Mossos iniciaron una investigación para identificar a los ocupantes de los vehículos y detectó que uno de ellos llevó el coche a un taller, un vecino de Martorell (Barcelona) con un alto nivel de vida pese a no tener empleo conocido.
Los investigadores constataron que esta persona era el jefe de una banda que se dedicaba a asaltar a traficantes en el momento de la transacción con la finalidad de robarles la droga y venderla con posterioridad.
Se trataba de una banda violenta, jerarquizada y que utilizaban armas de fuego en sus asaltos, y que además cultivaba marihuana a gran escala --uno de los integrantes regentaba una asociación cannábica en Martorell--.
A finales de diciembre, los Mossos finalizaron la primera fase, tutelada por el Juzgado de Instrucción 5 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), con seis registros en locales y pisos de Martorell y Esparreguera (Barcelona), que culminó con el arresto de siete personas, que ingresaron en prisión.
En los registros, los agentes recuperaron más de 14.000 euros, munición, un chaleco antibalas, unas esposas, una pistola eléctrica, armas blancas, móviles, cinco portátiles, 150 plantas de marihuana, 3,6 kilos de marihuana, 3 kilos de hachís, 84 gramos de cocaína y 12 gramos de ketamina; el valor de la droga asciende a más de 42.000 euros.
COLABORACIÓN CON LA GUARDIA CIVIL
En una segunda fase, la Guardia Civil de Arrecife (Canarias) facilitó a los Mossos una información para identificar a las víctimas del tiroteo de diciembre, en el que dos de las cuatro víctimas eran miembros de una banda ya que uno hacía de intermediario y otro era un hombre encubierto que viajaba con los vendedores.
La magistrada que dirigió la investigación ordenó a la Guardia Civil de Chiclana de la Frontera (Cádiz) que identificase a estas cuatro personas, vecinas del municipio.
Tras la identificación, agentes de los Mossos fueron comisionados judicialmente a Cádiz para participar en el operativo de la Guardia Civil que comportó el arresto de los cuatro individuos, que ingresaron en prisión tras declarar ante el juzgado de Sant Feliu de Llobregat.
