La Guardia Civil y la Policía Nacional han detenido a ocho personas, de entre 20 y 50 años y nacionalidad española, pertenecientes a una organización asentada en Alguazas (Murcia), como presuntos autores de los delitos de tenencia ilícita y tráfico de armas.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, los arrestados son siete varones y una mujer a los que también se les acusa de delitos contra la salud pública, falsedad documental, amenazas y coacciones.
Los detenidos ya han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia.
La operación conjunta "Mortirolo-Remache II" incluyó el registro de cuatro domicilios en Alguazas, otro en Alicante y otro más en Zurgena (Almería), donde fueron incautadas nueve armas de fuego, entre ellas cinco escopetas, dos carabinas, una pistola inutilizada y una pistola 9 milímetros corto.
También se han hallado cinco cargadores, 1.300 cartuchos de munición de distintos calibres, 130 plantas de marihuana, once teléfonos móviles, un inhibidor de frecuencia, un vehículo de gama alta, numerosa maquinaria industrial y 12.000 euros.
La investigación se inició el pasado mes de mayo, cuando Guardia Civil y Policía Nacional detectaron la venta de numerosas armas de fogueo en distintas armerías de Murcia que habían sido adquiridas en un corto periodo de tiempo por un único comprador, quien, además, contaba con antecedentes por delitos de tenencia ilícita de armas.
Agentes de sendos cuerpos formaron un equipo de trabajo que centró la investigación en un primer sospechoso sobre el que giraban otra serie de personas vinculadas a la delincuencia y asentadas, principalmente, en el municipio de Alguazas.
Algunos de los sospechosos habían sido detenidos en 2013 por delitos de tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal y estaban relacionados con dos altercados ocurridos en los meses de septiembre y octubre en los que se utilizaron varias armas de fuego.
Uno de los citados altercados se produjo en una zona de ocio situada en el polígono industrial San Ginés de Alcantarilla, cuando varios individuos se enzarzaron en una discusión que culminó con dos disparos a la puerta de un local nocturno.
El segundo altercado tuvo lugar en las proximidades de un local de hostelería de Alguazas con ocasión de una riña entre varias personas, una de las cuales realizó varios disparos intimidatorios.
Sendos incidentes llevaron a los policías a sospechar que los miembros del citado grupo criminal se habían reorganizado para retomar sus actividades delictivas de tráfico de armas de fuego y droga y de extorsión.
Según se desprende de la investigación, las armas de fogueo eran adquiridas legalmente en armerías de Murcia para modificarlas artesanalmente y habilitarlas como armas de fuego real para ser vendidas o prestadas a otros delincuentes que conocían de su actividad.
Los investigadores han constatado que el grupo criminal ahora desmantelado no sólo se dedicaba al tráfico de armas, sino que, además, mantenía en su poder algunas de las pistolas, tanto para su seguridad personal como para intimidar o extorsionar a 'clientes' que habían generado con ellos alguna deuda económica.
A finales del pasado mes de diciembre y en un amplio dispositivo policial conjunto formado por unidades de investigación, seguridad ciudadana, guías caninos y de desactivación de explosivos, se dio inicio a la fase de explotación de la operación con el objetivo de detener a los miembros del grupo criminal e intervenir las armas que tuvieran almacenadas con el objetivo de evitar futuras acciones delictivas que pudieran ocasionar alguna víctima.